Cuidados Paliativos: El lobo interno que alimentamos

Un anciano Cherokee estaba instruyendo a su nieto sobre la vida. “Hay una lucha en mi interior” le dijo al muchacho. “Es una lucha terrible y es entre dos lobos. Uno es el enojo, la envidia, la tristeza, el arrepentimiento, la avaricia, la arrogancia, la lástima por uno mismo, la culpa, el resentimiento, la inferioridad, la mentira, el falso orgullo, la superioridad, y el ego”, describió.

Y prosiguió, “el otro es la alegría, la paz, el amor, la esperanza, la serenidad, la humildad, la bondad, la benevolencia, la empatía, la generosidad, la verdad la compasión y la fe. La misma lucha tiene lugar en tu interior y también en el de todas las personas.”

El nieto lo pensó un momento y entonces preguntó a su abuelo:“¿cuál de los lobos ganará?. El anciano Cherokee simplemente respondió: “el que alimentes”

                                        (Leyenda nativa americana)

 

Antes de comenzar a profundizar algunos ejercicios,  me gustaría aclararles que lo que sintetizo en esta columna de la semana son algunos tips, ejercicios que a mí me hacen muy bien vivirlos y practicarlos. Como muchas veces pasa, y creo que a la mayoría nos pasa, a veces me distraigo o lo dejo para otro día, pero tengo que volver a centrarme y focalizarme en esto que quiero vivir. No por escribirlo lo vivo, ni tampoco soy ejemplo. Es algo que quiero compartir para facilitar y mejorar nuestra vida en la compasión, en la bondad.

Propongo que alimentemos el lobo de la bondad que trae todas aquellas cualidades que todos anhelamos vivir que menciona el anciano.

Nueva motivación sería: reducir nuestros sufrimientos y el de aquellos con quienes nos vinculamos, interactuamos.

Ejercicio I

  • ¿Cuáles son mis motivaciones al comenzar el día?

Es muy buen ejercicio al levantarnos, preparamos  el desayuno o ponemos la pava para preparar el mate y pensar que motivación tengo hoy: “Hoy voy a hacer lo que pueda para mostrar amabilidad, interés con los que me encuentre; o también hoy intentaré no juzgar tanto o ser paciente con aquellos que me cuestan más”.

Otra motivación seria, tenemos algo que hacemos todos los días y pareciera que es un sacrificio (cocinar, trabajar, ordenar la casa, estudiar….) ver el modo que no sea algo para tachar la lista del día sino ver el modo de ponerle dedicación, entusiasmo.

Cuanto mejor queda la casa cuando la limpiamos con alegría y dedicación. Hasta tardamos menos!.

Qué bien nos hace cuando decimos: tengo que estudiar, que voy a aprender hoy? Cuando estoy enseñando en la escuela, en la universidad y realmente preparo la clase con algo especial, logro mejor atención por parte de los estudiantes? Seguramente que sí. Cuando cocino con amor hasta la comida más sencilla queda riquísima y seguramente mi familia me lo hace saber. Son cualidades que hacen que las cosas salgan mejor, hasta lo más cotidiano.

 

Ejercicio II

En momentos donde pierdo la calma, me atrapa el enojo:

  • Hacer ejercicios con la respiración

Estoy escribiendo esta nota en un momento donde en la Ciudad de Buenos Aires es un caos: de un momento al otro los empleados de  todas las líneas del subte hicieron paro. Obviamente esto trae mucho enojo. ¿Ayuda el descargarse y ponerse violento o quizá mejor hacer unas respiraciones y poder encarar este mal trago desde otro lugar. Lo mismo llegar a nuestros hogares y descargarnos con nuestros seres queridos porque nos fue mal en la calle, en el trabajo, en la escuela. ¿Cómo vuelvo a encontrarme con mi familia, con mi pareja, con mis amigos? Estoy en el auto y hay tráfico, (marchas, piquetes….) si toco la bocina ¿logro algo? Seguramente voy a estar en el mismo lugar, encima descargándome con todos que están en la misma que yo.

La respiración, momentos de meditación, nos ayudarán a poder mantener la calma en estos momentos son pequeños ejercicios que me van a hacer estar bien conmigo mismo y con los demás.

 

Ejercicio III

En el corazón de la compasión descansa la convicción que todos queremos ser felices y vernos libres de sufrimiento.

  • Concentrarnos si nuestras actividades que realizamos a lo largo de la vida son el deseo de ser feliz y no sufrir

Puede ser que estemos haciendo muchas cosas que no deseamos, que no nos hacen feliz. Entonces ¿que vamos a hacer con ese sentimiento?

Comparto una frase de Echarte Tolle: “Cuando aceptamos profundamente este momento tal como es, tome la forma que tome, estamos serenos, estamos en paz”. Es una gran sabiduría. Hoy quizá tengo un trabajo que no es lo que más me hace feliz, aceptarlo seguramente hará que lo pueda encarar de una manera distinta. Sino seguramente estoy enojado, me salen las cosas mal, desparramo mi inconformidad en mi entorno. El mismo ejercicio es si comparto alguna tarea con una persona que me cuesta. Como puedo hacer para modificar esto que siento con respecto a esa persona? Seguramente esa persona como otras que me cruzo por la vida también tiene el deseo de ser feliz y no sufrir, como lo tengo yo.

 

Ejercicio IV

  • Permitamos que esta verdad entre en nuestro corazón y lo miremos repitiéndonos: “Qué seas feliz y estés libre de sufrimiento”.

De igual manera podemos repetirnos esta frase hacia nosotros mismos y así lograremos transformar aquello que no nos gusta o no deseamos y construimos hábitos compasivos para nosotros y para los que nos rodean.

  • Decirme: “Quiero ser feliz y estar libre de sufrimiento”

 

Ejercicio V

Para ser compasivos con nosotros mismos:

  • Descubrir cualidades de la compasión que no me daba cuenta que están en mí, que son parte mía

¿Y cómo sería? Visualizar delante de nosotros alguna persona que conocemos y tiene rasgos compasivos. ¿Cuáles son esos rasgos? ¿Cómo lo vemos en la vida? Qué rasgos son los que más me gustan y desearía? Ahora volvamos hacia nosotros mismos e imaginémonos  con alguno de esos rasgos. ¿Cómo seríamos? Con quien nos gustaría vivirlos? ¿En qué situación nos gustaría vivirlos? ¿Con quién y en qué momento podríamos ponerlos en práctica? Algo sencillo y posible. Luego de experimentar esta vivencia registrando y reconociendo  ¿Si fue posible vivir esa actitud, cualidad  que sentimos que no teníamos incorporada? ¿qué sentimos?

 

Ejercicio VI

  • Registrar qué decimos de nosotros mismos

¿Cómo nos tratamos? ¿Qué palabras usamos para decirnos quiénes somos? ¿Si nos piden una lista de fortalezas y otra de debilidades, cual sería más larga? ¿Qué etiquetas utilizo conmigo mismo? ¿Cómo me siento con esa etiqueta? ¿Y me río de mi mismo, de mis equivocaciones, errores? O cada vez me exijo más?

Si el cultivo de la compasión es conmovernos ante el sufrimiento, ¿nos hacemos consciente de nuestros sufrimientos? ¿Aspiramos a liberarnos del sufrimiento sintiendo compasión hacia nosotros mismos y mirarlo con ojos compasivos?

Para concluir:

Y si vamos por la vida sonriendo, haciendo saber a los demás que nos agradan y que nos alegra verlos, hablar amablemente, abstenernos de chismes o palabras duras, ofrecer ánimo a quien vemos caído luego de escucharlo, bajar un poco el ritmo y los apuros para estar atentos a escuchar, reconocer la humanidad de los demás aceptando los errores, darle seguridad a los demás. Para todo esto primero comenzar por nosotros mismos: sonreírnos, hablarnos amablemente, ofrecernos ánimo, escuchar lo que nos pasa, reconocernos humanos que nos equivocamos, darnos seguridad, abrazarnos.

Estos días viví una experiencia que no puedo dejar de contarla. Dude si hablar de otras personas o directamente contarla como experiencia personal. Y así decidí: Subo al colectivo, me siento, y me vino una angustia muy grande por diferentes situaciones que vivo como tenemos todos. Se me caían las lágrimas, tenía los brazos cruzados y de pronto una chica me pone un paquete de pastillas con una sonrisa muy genuina  arriba de mis brazos. Inmediatamente, no me dio el tiempo, toca el timbre y se baja.  Me quedé impresionada y congelada. Esa chica pudo mirarme, y ver cómo podía acompañarme en esa angustia. Miro el paquete de caramelos y para mí es un paquete especial. Como olvidarse de ese gesto. De eso se trata la compasión: estar atento, mirar, escuchar, empatizar, accionar.

 

“Si te entregas a la compasión, la compasión te devolverá una vida llena de buenas relaciones, paz, confianza y alegría”

Frase de Vivir con el corazón – Como cultivar compasión cada día” (Russell Kolts & Thubten Chodron)

 

(*) Licenciada en Relaciones Públicas y Consultora Psicológica.

Especializada en Cuidados al final de la vida y orientación a familiares, en Buenos Aires.

Mail: [email protected]

 

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