El Real Madrid venció al Liverpool en Kiev y ganó su tercera Champions League en fila

El equipo inglés comenzó con mucho ímpetu pero se apagó con la lesión de Mohamed Salah, su máxima estrella. Benzema anotó el 1-0 al aprovechar una distracción del portero alemán Loris Karius y, pese a que Sadio Mané anotó el empate, Gareth Bale liquidó el encuentro con un espectacular gol acrobático y con un tiro lejano que entró por otro blooper del arquero germano.

En el Estadio Olímpico de Kiev, el Real Madrid escribió otra página de su rica historia. El conjunto dirigido por Zinedine Zidane venció 3-1 al Liverpool y alzó un nuevo trofeo la Champions League, ese torneo del que ya se ha convertido en emperador absoluto y que ha ganado por decimotercera vez en su historia. Con el galés Gareth Bale como factor determinante, el club español ha sumando un nuevo trofeo europeo a sus vitrinas.

La iniciativa en el comienzo fue del Liverpool FC, con el brasileño Roberto Firmino retrocediendo varios metros y jugando de espadas para liberar espacio a Salah y Mané. Al Real Madrid le tocaba ser firme en el fondo y aprovechar las salidas rápidas, aunque se lo notaba hostigado por el conjunto inglés.

Sin embargo, en su plenitud, los Reds sufrieron un duro contratiempo: a los 28 minutos abandonó la cancha el egipcio Mohamed Salah, su máxima figura. Tuvo que dejar el césped después de sufrir una caída en un choque con Sergio Ramos que le provocó una lesión en el hombro izquierdo. En su lugar ingresó Adam Lallana y Klopp modificó el esquema, ya que sumó un mediocampista ante la baja de su delantero estrella.

Inevitablemente, el Liverpool se apagó y retrocedió metros en el terreno de juego, lo que le dio protagonismo al Real Madrid. Benzema anotó un gol al tomar un rebote de Karius ante un cabezazo de Cristiano Ronaldo pero fue anulado correctamente por fuera de juego y el francés también probó con un remate lejano que se fue desviado. El pitazo que marcó el descanso fue un alivio para el equipo inglés, que había comenzado con mucho ímpetu pero sucumbió ante el Real Madrid tras la lesión de su mejor futbolista.

Al iniciarse el complemento, Isco estrelló un tiro en el travesaño que confirmó la levantada madridista y en el minuto 50 el francés Karim Benzema anotó el 1-0 al tapar con su pie una salida del portero alemán Loris Karius y el balón acabó en el fondo de su meta.

Por fortuna para él y sus compañeros, el Liverpool llegó rápidamente al empate. Cinco minutos más tarde el senegalés Sadio Mané puso el 1-1 al desviar hacia la red un cabezazo de Dejan Lovren en un tiro de esquina.

Allí Zidane decidió jugar su mejor carta de reservas: sacó a Isco y mandó al campo a Gareth Bale. El galés ingresó para darle más verticalidad al ataque y no tardó en influir en el partido. En el minuto 63, en el primer balón que llegó a sus pies, marcó un espectacular gol de chilena tras un centro del brasileño Marcelo. Un gran golpe de impacto y una bocanada de aire para el conjunto blanco.

Como si no hubiera sido suficiente, volvió a decir presente cuando el Real Madrid comenzaba a mermar su rendimiento. En el minuto 82 sentenció el partido con un remate lejano que parecía fácil para el portero Karius pero terminó dentro del arco. Con ayuda del guardameta alemán, el atacante galés marcó su segundo tanto y sentenció el 3-1 definitivo.

 

El Real Madrid hizo historia al conseguir el primer triplete desde que cambió el formato del torneo, en la temporada 1992/1993. Ya ganó en el pasado cinco copas consecutivas de la mano de Alfredo Di Stéfano, pero Zidane y su constelación de estrellas, con Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos, Kroos, Modric, Benzema y Bale, entre otros, están escribiendo una nueva historia.

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