Con la clasificación del Rojo, además, se produjo un hecho histórico: por primera vez habrá seis equipos argentinos en los octavos de final. El próximo 4 de junio, en la sede la Conmebol en Asunción, se sortearán los partidos. Solamente podrá haber un partido entre equipos argentinos porque River, primero en su grupo, estará de un lado, y los otros cinco, todos segundos, del otro.
La diferencia de jerarquía de un equipo y otro se evidenció en pocos minutos. Lara intentó plantarse de igual a igual, pero apenas unos instantes pudo dar la sensación de estar presente en el juego. En el primer tramo del partido manejó la pelota y acopló gente en ataque, aunque no inquietó a Campaña. En Independiente sobresalió el desequilibrio de Benítez por izquierda. De todos modos, le costó conectar líneas y abrumar al rival. Generó situaciones; le faltó estar fino en la última decisión. El déficit del Rojo estaba en la derecha porque Romero se cerraba mucho y porque Gaibor nunca halló su lugar en la cancha. Lo percibió Holan e intercambió a Meza por Romero e Independiente arrolló.
Lo agarró del cuello Independiente y lo prepoteó a Lara. Al elenco venezolano le quedó demasiado el marco. La gente se levantó al compás de los desbordes del seleccionado Meza y del impredecible Benítez. El extremo por izquierda avisó con un tiro libre que se estrelló en el travesaño. Y un rato más tarde, festejó un gol olímpico, que tuvo mucha responsabilidad del arquero Salazar Lugo, que reaccionó tarde y que no puso a nadie en el primer palo.
El segundo tiempo sirvió para que Benítez siga demostrando su categoría. Fue el jugador del partido, sin dudas. Estrelló otro pelotazo en el travesaño, casi mete otro olímpico y no paró de gambetear. A Independiente, en tanto, le sucedió lo de tantas veces en el semestre: generó mucho y concreto concretó poco. No padeció porque Lara es un rival flojo, pero es una cuenta pendiente la de la eficacia. Es cierto y hay que aclararlo: a Gigliotti le anularon un gol lícito. Pero después, faltando diez minutos, el Puma tuvo revancha. Recuperó Meza en la salida del equipo venezolano, metió una doble pared con Benítez, quien asistió de primera a Gigliotti y el delantero sacó un derechazo inatajable para el arquero de Lara. Después sí Holan decidió la salida de Meza, quien fue ovacionado por el público local.
La victoria le permitió a Independiente no depender del resultado del otro partido. E hizo inútil la histórica victoria de Millonarios frente a Corinthians en San Pablo por 1-0 (gol de César Carrillo).