Testigos ratificaron que el hombre acusado de matar a machetazos a un amigo comió y bebió con él antes de asesinarlo

En el Tribunal Penal 1 de Eldorado se llevó a cabo la segunda jornada del debate oral y público en el que se juzga a Martín Nicolás Olivera (39) por “homicidio calificado por alevosía”. El hombre está acusado de haber matado de 13 machetazos a Juan Pablo Espíndola (56), el 15 de agosto de 2014.
El lunes, en una breve primera jornada, solo dos testigos habían prestado testimonio. Pero este martes atestiguaron cuatro personas: Justo Antonio Alegre (fue una de las personas que compartió el asado del 15 de agosto con Olivera y Espíndola), Nestor Fabián Contrera (policía), Enzo Javier García (vecino) y Antonio Ariel Espíndola (hijo de la víctima, Juan Pablo Espíndola, quien habría mantenido una discusión con Olivera antes de que este ultimara a su padre).
Los 4 testigos dieron cuenta que el imputado, Martín Olivera, estuvo compartiendo un asado como almuerzo y toda una tarde de bebidas alcohólicas en la casa de la víctima, Juan Espíndola, antes del desenlace fatal.
El policía contó cómo fue el momento de la detención de Olivera, el 16 de agosto de 2014, donde el imputado detalló dónde escondió el arma homicida, en el cual se encontró material biológico de la víctima fallecida (Juan Carlos Espíndola).
En tanto que el hijo de la víctima ratificó que mantuvo una pelea con Olivera momentos antes que este llegara a la casa de su padre para ultimarlo.
Cuando el homicida lo atacó, Juan Pablo Espíndola (56) estaba durmiendo, totalmente indefenso.

El caso
El 15 de agosto de 2014, en el barrio Bernín, del kilómetro 2 de Eldorado, Juan Pablo Espíndola (56) hizo un asado en su casa e invitó a varios de sus conocidos a compartirlo con él, entre ellos se encontraba Martín Nicolás Olivera (39).
Después de consumir vino durante toda la tarde, entre las 19.30 y 20.30, los invitados se fueron a sus casas, pero algunos de ellos siguieron bebiendo y Olivera aparentemente tuvo una discusión con el hijo de la victima.
Tras esta discusión, el imputado fue a la casa de la víctima y se encontró con Espíndola que se encontraba durmiendo en ese momento, y sin dudar le propinó 13 machetazos. «Por eso es considerado alevosía, porque Espíndola no se pudo defender ni tampoco resultaba una amenaza, estaba durmiendo», explicó el martes el fiscal del caso Federico Rodríguez, en diálogo con Misiones Online.
El 16 de agosto, posterior al día del hecho, Martín Olivera fue detenido y confesó dónde estaba el machete, la policía encontró el arma detrás de un conocido supermercado de la zona Oeste, en una casa. La dueña de esa casa levantó el machete y se lo entregó a los uniformados. Ella vio que el machete tenía sangre y se comprobó que la sangre era de Espíndola.
El Tribunal está conformado por los jueces Atilio León, Lyda Gallardo y María Teresa Ramos. En la Fiscalía actúa su titular, Federico Rodríguez, y como abogada del imputado está la defensora oficial Ana María Mayerhoffer.
Para este miércoles van a atestiguar dos personas más, luego vendrían los alegatos y posteriormente la sentencia.

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