Aseguran que la suba del dólar frenó compra de argentinos en países vecinos

En Encarnación, Paraguay, notaron una merma del 30% en las ventas. En Iguazú advierten que “menos gente va a comprar a Brasil”.

 

Después de días agitados en torno al dólar, una frase de Guillermo Dietrich generó polémica. «En Iguazú están felices con este tipo de cambio», dijo el ministro de Tansporte. El viernes pasado la moneda estadounidense cerró a $25.11, muy por encima de los $21.50 con que comenzó mayo. Tal suba supuso una pequeña caída en las compras de los argentinos en los países limítrofes pero eso, según reconocieron desde el sector comercial de las ciudades argentinas de frontera, no repercutió de manera favorable en el consumo local.

 

 

Una de las ciudades que vio alterada su rutina habitual durante las últimas semanas fue Encarnación, vecina de Posadas. «Decayeron las ventas, pero no fue muy abrupto. La nuestra es una ciudad comercial y a los argentinos les conviene comprar aquí. Más allá del tipo de cambio, todavía hay diferencia con el combustible, por ejemplo», aseguró a Ámbito Financiero Mirta Montiel, presidenta de la Cámara de Comercio de la ciudad paraguaya, quien agregó: «La devaluación del peso complicó a los negocios de aquí: tuvimos una merma del 30% en cuanto a compras de argentinos. Por lo que vimos en estos días, la caída se notó en las personas que venían a comprar electrónica. Muchos todavía vienen a realizar las compras del mes, de la canasta básica de alimentos».

 

 

Sin repunte

 

Más allá de esa caída, desde este lado del Río Paraná, en Posadas, no advirtieron un repunte en el consumo. «El tipo de cambio corrige levemente la asimetría que tenemos con Brasil, pero eso no corre tanto con Paraguay. Brasil tiene un costo impositivo como acá, pero tiene salarios más bajos», contó a este diario Fernando Vely, miembro de la Cámara de Comercio de Posadas, y detalló: «Paraguay tiene otra carga impositiva y los costos laborales son mucho más bajos que los de acá. Eso no se corrige con un tipo de cambio alto o bajo. Quizá las compras en Encarnación se frenan por quince días, pero después se acomodan los precios y repunta. La situación es muy complicada y creemos que se va a agravar. Porque si aquí no repunta y se cierran negocios, se pierden fuentes de trabajo y dentro de poco no va a haber plata para comprar aquí ni del otro lado de la frontera».

 

En Iguazú, en tanto, el marco es similar. «Esta situación del dólar por un lado genera que la gente vaya menos a consumir a Brasil y Paraguay, eso nos aliviana un poco. Pero estos vaivenes impactan de manera positiva o negativa y es difícil hacer calificaciones o proyectos a largo plazo. Mucha gente cruza a Brasil a comprar la canasta básica, cosas de primera necesidad, materiales para la construcción. Pero lo que creció mucho en los últimos años es la mercadería que se trae para revender, lo que hace crecer el comercio ilegal», resumió Jorge Florentín, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Iguazú. Más allá del crecimiento del turismo en las Cataratas, las cifras no repercuten en el comercio local. «En Iguazú hay récord de visitantes a las cataratas, pero la actividad en los comercios y en hoteles no acompaña ese crecimiento. La gente se aloja y consume en Foz (Brasil). Es por eso que vemos que muchos negocios cierran», concluyó Florentín.

 

 

 

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