El Papa Francisco expresó sus condolencias por el accidente aéreo en Cuba que se saldó con 107 víctimas mortales, en un telegrama enviado al arzobispo de Santiago de Cuba, Guillermo García Ibáñez.
«El Santo Padre, vivamente apenado al conocer la dolorosa noticia del accidente aéreo (…) ofrece sufragios por el eterno descanso de los fallecidos, a la vez que manifiesta cercanía a los heridos», dice la misiva, firmada como es habitual por el secretario de Estado vaticano Pietro Parolin.
El purpurado pide a monseñor García «que transmita el sentido de pésame de su santidad junto con expresiones de consuelo a los familiares, que en esta hora de dolor lloran la separación inesperada de sus seres queridos».
El pontífice asimismo «pide al señor que derrame sobre todos los afectados los dones de la serenidad espiritual y de la esperanza cristiana, en prenda de lo cual les imparte de corazón la bendición apostólica», concluya el telegrama.
El accidente se produjo el viernes, cuando un Boing 737 operado por la aerolínea Cubana de Aviación y arrendado a la mexicana Global Air se estrelló minutos después de su despegue en las inmediaciones del aeropuerto internacional José Martí de La Habana.
A bordo de la nave, que cubría la ruta entre La Habana y Holguín, viajaban 110 personas, entre tripulación y pasajeros, en su mayoría de nacionalidad cubana, y solo sobrevivieron tres mujeres que se encuentran hospitalizadas en estado muy crítico.
La mayoría de las víctimas son cubanas aunque también murieron cinco extranjeros, entre ellos dos argentinos, además de los seis tripulantes, que eran mexicano
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