Libro: No me pidan que cabecee, la estética como ciencia

Una vieja propaganda televisiva de los ’90 mostraba a coquetos jugadores de fútbol alistándose para saltar a la cancha. Uno de ellos, de blonda y prolija cabellera, le anticipaba a sus compañeros que no jugaran por arriba, al grito de “No me pidan que cabecee”. La publicidad demostraba dos cuestiones que aún hoy perduran. Una, que la estética se vincula tanto con la forma en que nosotros nos vemos a nosotros mismos, como a la manera en que nos observan los demás. Dos, que la estética no es solo cuestión de mujeres, los hombres también tienen su lado coqueto.

Florencia Servera (Radio Libertad)

Pero detrás de la preocupación por la estética, la obsesión por la belleza y la industria de la cosmética y la higiene personal, se esconde un mundo casi desconocido para la mayoría de los consumidores: el del fundamento científico de cada acción estética que emprendemos y de cada producto que consumimos.

Sobre estos tópicos nos habla Florencia Servera en “La belleza tiene su ciencia”, editado por Siglo XXI Editores en el marco de la colección “Ciencia que ladra…”. La bajada nos adelanta su contenido, ya que aborda los “mitos y verdades sobre los cosméticos, el cuidado de la piel y el cabello”.

El libro propone en forma dinámica y amena, un abordaje científico sobre aspectos cotidianos de nuestras vidas. Desde el champú que usamos, hasta los tatuajes que nos hacemos, se explican los detalles químicos y físicos que dan “vuelo” a nuestros cabellos, realce a nuestros ojos o color a nuestra piel.

El punto de partida tiene que ver con el concepto de belleza y su construcción cultural. A lo largo del tiempo la “belleza” se fue modificando según los cánones culturales de la época. Por la tanto, podríamos concluir que no somos feos, en todo caso nacimos fuera de tiempo. Es una buena excusa en épocas como la actual, en donde se hace un culto a la belleza y la juventud perpetua.

Un aspecto interesante del trabajo de Servera, es un llamado de atención sobre la comercialización y publicidad de productos cosméticos y de higiene personal. Por ejemplo, los champús se promocionan mediante frases como “dale vida a tu cabello”, cuando lo concreto es que el cabello no tiene vida, sino que son células muertas. Parece un detalle, pero es una muestra más sobre la manipulación de la opinión pública.

“La belleza tiene su ciencia” aporta algunas recetas caseras para afrontar las ansias estéticas y no caer bajo las garras de consumismo, pero también nos invita a reflexionar sobre un aspecto sanitario central: la alimentación es tanto o más importante para la salud del cabello y la piel que muchos delos productos que podemos encontrar en las góndolas.

Este es el tercer libro de divulgación científica de Servera, luego de “Un científico en el lavadero” y “El mochilero científico”.

 

Ficha técnica:

Título: La belleza tiene su ciencia

Autora: Florencia Servera

Páginas: 168

Tamaño: 13,5 x 19

ISBN: 978-987-629-811-7

Fecha de publicación: abril de 2018

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas