Conocé un poco más sobre la historia del Himno Nacional Argentino

El 11 de mayo de 1813 la Asamblea del Año XIII sancionó como Himno Nacional Argentino la canción patriótica compuesta con versos de Vicente López y Planes y música de Blas Parera.

Originalmente fue denominado Marcha patriótica, luego Canción patriótica nacional, y posteriormente Canción patriótica, una publicación en 1847 lo llamó “Himno Nacional Argentino”, nombre que ha conservado hasta la actualidad. La versión original del himno dura 20 minutos y en 1924 fue abreviado a entre 3 minutos 30 segundos y 3 minutos 53 segundos.

En algunas publicaciones extranjeras aparece erróneamente bajo el nombre de ¡Oíd, mortales!, que son las primeras palabras de la canción. La forma de ejecución y el texto están establecidas en el decreto N° 10.302 de 1944.

El 28 de mayo de 1813, como parte de las fiestas mayas, se escuchó por primera vez en el Teatro Coliseo la marcha entonada por una “comparsa de niños ricamente ataviados en traje indiano”. El público aplaudió de pie esta exaltación del espíritu guerrero que embargaba a una nación. Esos tiernos párvulos proponían “con gloria morir”, sin interposición de Dios, la Iglesia o Fernando VII, una forma elíptica de enaltecer al nuevo gobierno criollo, merecedor de tal sacrificio.

“​Nuestro Oíd mortales propugnaba la lucha contra el Imperio español, aunque en momentos de su composición, la bandera granate y oro aún flameaba sobre el fuerte de Buenos Aires, y así lo haría por los siguientes dos años.

Como todos sabemos, los versos de esta marcha habían brotado de la inspiración del abogado Vicente López y Planes, y la música fue creada por el catalán Blas Parera. Este último cobró honorarios por la composición y ejecución de la marcha, a diferencia de López y Planes, que cedió a la patria estas estrofas sin aceptar remuneración alguna.

¿Pasaron de moda las canciones patrias?

En 1884, Lucio López, único nieto del autor del himno, ofreció su versión del nacimiento de estas estrofas, según él, brotadas de la inspiración que asaltó a don Vicente durante la representación de Antonio y Cleopatra de Ducis. Esa noche, don Vicente permaneció insomne, y al día siguiente, buscó la aprobación de sus amigos de Luca, Paso y García, los primeros en derramar lágrimas de fervor patriótico por estos versos conmovedores que serían el símbolo de unión de una nación.

La marcha de Vicente López subsistió a pesar de los intentos de reconciliación con España que hicieron algunos Gobiernos patrios después de 1813.

Si bien hoy evocamos a Vicente López y Planes y a Blas Parera, la historia de nuestro Himno no estaría completa sin hablar de Juan Pedro Esnaola, porque las partituras que dejó Blas Parera se perdieron por mucho tiempo. Los acordes de nuestro himno pudieron ser reconstruidos gracias a la memoria de Esnaola, quien frecuentaba la tertulia de Mariquita Sánchez, la misma donde se escucharon los acordes del Himno en una de sus primeras ejecuciones.

En 1847, Esnaola bosquejó un primer arreglo de la marcha patriótica, tal cual la recordaba desde su infancia y en 1860 realizó otro arreglo por encargo del director de Bandas Militares. Esta versión es la que en 1928 se convirtió en el Himno Nacional Argentino, confirmado por decreto en 1944.

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