Planearon un pacto suicida, pero antes hicieron un macabro acto: «Moriríamos de todas formas, ¿qué nos importaba?»

Dakota White y Brandon Warren coincidían. Sam Poss era un «buen muchacho, agradable». Planearon citarlo en la casa de los abuelos del primero de ellos en Macon, Georgia. Allí lo apuñalaron y estrangularon hasta el final. No importaba qué sentían por él. Querían «sentir» algo nuevo. Querían sentir cómo era asesinar.

Cuatro días después, White confesó lo sucedido. Pero agregó más detalles en su confesión. Dijo que tanto él como su amigo Warren habían planificado un pacto suicida. Pero que antes, de acuerdo a The Washington Post, debían tomar la vida de otro. Ese otro fue Poss, alguien calmo y a quien podrían controlar.

«Todo se reducía a ver cómo se siente matar a alguien antes de matarnos. No vimos ninguna razón para no hacerlo, estábamos a punto de morir, ¿qué nos importaba?», dijo en su confesión grabada.

Samuel Poss y su madre, en una foto de 2016

Esta semana, fueron declarados culpables del homicidio. Según los documentos de la corte, la historia reciente de los jóvenes criminales podría explicar su salvaje comportamiento. Aunque nada justifica lo hecho y pasarán el resto de sus vidas en prisión.

White abandonó el colegio. Lo hizo sumergido en una gran depresión y llevado por la situación familiar insoportable, de acuerdo a su defensa. Su padre está en prisión también por robo a mano armada. Es por eso que vivía con sus abuelos y citó a Poss en aquella propiedad.

El asesino ya había dado señales de que algo no estaba funcionando del todo bien en su interior. En un mensaje publicado en su perfil de Facebook en 2015 escribió: «No me importaría tomar un cuchillo, meterlo en la garganta de alguien y solo verlo asfixiarse con su propia sangre hasta que muera».

Otra frase que emergió de su cerebro enfermizo: «¿Quién podría amarte sino el moho que brota de tu frío y triste cadáver?».

Cuando citaron a Poss a casa de los abuelos de White, sabían que él respondería que iría a ayudarlos con la computadora supuestamente rota. «Era un buen muchacho», dijo ante el jurado.

El abogado defensor, ensayó una última defensa ante el jurado que sabría no tendría resultado: «Su joven vida estaba tan llena de oscuridad que pensó que el suicidio era la única opción. Lo que hizo Dakota estuvo mal, pero al final, hizo bien… él confesó su pecado».

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas