Cuidados Paliativos: “Cuidándonos en red”

«Seamos creativos y comencemos a mirar nuestro entorno cercano: ¿Quién podría estar necesitando algo de mí? Y si queremos que nuestra sociedad se transforme, empecemos por pequeñas cosas que van a ser grandes para el otro: formemos Comunidades Compasivas», convoca en su columna semanal la especialista Mariana Soiza (*).

 

Hace un tiempo abrí el Facebook y me encuentro que una amiga pregunta si conocemos algún médico para atender al jardinero que trabajaba en su casa que estaba muy grave. Prontamente me puse en contacto con ella. Me cuenta que Héctor de 50 años con diagnóstico de enfermedad avanzada, se había suspendido el tratamiento de quimioterapia y estaba sin poder moverse en su casa.

Me puse en contacto con su esposa Analía quien me contó lo que estaba pasando. Coordiné con ella para ir a verlo a su casa. Cuando llego me encuentro un hombre que no podía más del dolor, tenía mucha dificultad para caminar.  Acababa de terminar de hacer el techo de su casa, no se imaginan el trabajo de machimbre que hizo, impecable. Se cayó de la escalera consecuencia de su enfermedad que desconocía. Ahí les conté en qué consistía mi trabajo, les expliqué lo que son los Cuidados Paliativos. Me entero, en ese contexto, que el tratamiento fue suspendido por problemas de papeles con La Plata.

Comenzó algo que fue extraordinario. Un grupo de personas se puso en movimiento para poder asistir a Héctor en lo que estaba necesitando. Lo fue a ver un médico de Cuidados Paliativos quien le pudo recetar medicación para el dolor. Eso permitió a Héctor movilizarse un poco más y no sufrir dolores. La situación económica de Héctor y su familia estaba complicada ya que no se encontraba trabajando hacía varios meses por su enfermedad. Hubo familias en donde él trabajaba que se unieron para hacerle una compra en el supermercado y juntaron ropa para la familia. Una persona se ocupó de realizar los trámites en La Plata para agilizar los medicamentos para la quimioterapia. Hubo otras personas que no lo conocían a Héctor, igual se sumaron a la red.

Ellos tenían dos hijos, Laura de 21 años y Joaquín de 15 años y que estaba por comenzar su tercer año en una Escuela. El sacerdote del colegio los visitó, logró que Joaquín pueda comenzar las clases con el uniforme y todos los materiales. También se le ofreció a Laura un trabajo en el colegio ya que ella estaba estudiando en un terciario.

Llegó un momento que Analía no pudo cobrar su sueldo, trabajaba en una casa de familia y los propietarios se habían ido de vacaciones y no le dejaron lo que le correspondía. Nuevamente este grupo de familias se unieron donde invitaron a otros más a unirse e hicieron una colecta para que puedan tener lo necesario para vivir.

Lamentablemente luego de unos pocos meses, Héctor falleció. Me animo a decir falleció lleno de amor. Hubo gente que él no conocía que le brindó su cariño en gestos. Tanto él -cuando lo iba a acompañar- como su familia, no dejaban de agradecer el apoyo de las personas.

Recuerdo su rostro cuando le entregué a él y a su mujer el sobre con lo recaudado para poder contar con dinero para ese tiempo. Una mezcla de sorpresa, asombro, emoción, alegría. Sus lágrimas en medio de su deterioro, de su enfermedad que avanzaba, le saltaban: alguien desconocido y también conocidos estaban pensando en ellos!

¿Cómo se llama lo que se formó en torno a Héctor y su familia? Cuidado. Y a partir de esa experiencia yo le puse el nombre “Cuidándonos en Red”

Los invito a preguntarnos: ¿Si estamos en ese momento de la vida, en esa situación, como nos gustaría que nos cuiden? ¿Qué esperamos del sistema de salud que tengamos, un sistema de salud privado u hospital público? ¿Tenemos gente alrededor nuestro que podrían afrontar ese cuidado?

Quizá estemos viviendo con un familiar o conocido que está viviendo una enfermedad, ¿sabemos cuidarlo? ¿estamos preparados para cuidar a alguien querido? ¿Nos damos cuenta que hay gente que está sola, que está viviendo una enfermedad y no tiene familiares?

Volvamos a las palabras “Cuidándonos en red” .¿Qué podemos hacer hoy con esta realidad social? .

Hay mucha gente sola, mucha gente que no tiene recursos para poder tener lo mínimo indispensable para tratar su enfermedad.

Hay personas que no saben lo que son los Cuidados Paliativos. Y se trata de un equipo interdisciplinario que acompaña a la persona en su enfermedad crónica o en el final de vida desde los síntomas de dolor, la contención emocional, espiritual, la escucha.

Hay personas que reciben un diagnóstico y les llega un tsunami y no pueden afrontar lo que están viviendo y necesitan de nuestra escucha. Hay abuelos que pueden ser nuestros vecinos que quizás necesiten una palabra cálida, que les acerquemos una parte de la torta que hicimos para nuestra familia, que los ayudemos con algún trámite en la obra social o en el banco, o solo una escucha, o una sonrisa.

Lo primero que me gustaría compartir con ustedes es un camino que descubrí en este tiempo y creo que sintetiza todo esto que estamos reflexionando juntos.

Estoy atento. Entonces miro, escucho, empatizo, acciono. En este accionar aparece la palabra compasión. Muchas veces la asociamos con la pena, la lástima. Te invito a que definamos la compasión como la habilidad de poder darme cuenta del sufrimiento del otro, poder sentir su sufrimiento y pensar alguna acción para aliviar ese sufrimiento.

Muchos coincidimos en que la compasión la tenemos dentro de nosotros, nacimos con ella. Cuando uno es niño, si surge que esta frente a alguien que le pasa algo, reaccionar seria innato en el niño. Podemos volver a trabajar dentro de nosotros la compasión con nosotros mismos y  con los demás. Es un camino que se puede transitar, vivir.

Seamos creativos y comencemos a mirar nuestro entorno cercano: ¿Quién podría estar necesitando algo de mí? Y si queremos que nuestra sociedad se transforme, empecemos por pequeñas cosas que van a ser grandes para el otro: formemos Comunidades Compasivas.

Para Héctor y su familia cada pequeña ayuda fue muy grande. Animémonos.

 

 

(*) Licenciada en Relaciones Públicas y Consultora Psicológica.

Especializada en Cuidados al final de la vida y orientación a familiares, en Buenos Aires.

 

Mail: [email protected]

 

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