Desde el Banco Central ratifican la “convicción” del proceso de “desinflación”

Aunque la realidad se empecine en desmentirlo, nuevamente esta semana el presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Federico Sturzenegger, en su informe semanal sobre política monetaria insiste con que la inflación “consolidará su tendencia a la baja”.

En un contexto donde los precios no dejan de aumentar, el ajuste tarifario sigue golpeando fuerte en los precios y las economías de pequeños comercios y empresas así como las familiares, el presidente del Banco Central reiteró nuevamente su discurso disociado de la acuciante realidad inflacionaria.

No sabemos si hay un Plan B y al parecer ellos tampoco lo saben, lo que si saben es repartir culpas y socializar los costos políticos, como la solicitud del presidente (Mauricio) Macri de que provincias y municipios reduzcan impuestos y tasas a las facturas de los servicios públicos.

Invitación que no deja de ser para la tribuna, porque la incidencia de estos impuestos o tasas no superan el 5 al 10 por ciento del monto total de las facturas, cuando lo que aumentó en un 400, 500 y más por ciento fue el servicio de luz, gas, agua y otros que se fueron “actualizando” como los combustibles.

Pero esta situación de las tarifas y el embretamiento a los gobernadores por parte de Macri, tirando con ello la pelota afuera, resulta meramente anecdótica cuando por otro lado intentan bajar los niveles de inflación y cumplir con la utopía del 15 por ciento anual.

En su informe semanal sobre política monetaria y tasas de interés, que este martes mantuvo el Banco Central en 27,25 por ciento, Sturzenegger sostiene que, “el Central considera que la aceleración de la inflación en los últimos meses es transitoria y que se debe a los fuertes aumentos de precios regulados y a la rápida depreciación del peso entre diciembre y febrero”, en un reconocimiento explícito de “fuertes aumentos” y devaluación en simultáneo.

Agrega en el informe que, “una vez superado estos factores transitorios la inflación consolidará su tendencia a la baja” y pondera las “negociaciones salariales pactándose de manera consistente con la meta del 15%” por lo que, además, “no prevé en los próximos meses depreciaciones significativas del peso”.

Mientras el presidente del BCRA mantenía alta la tasa de interés de referencia y anunciaba una vez más el “proceso de desinflación” las cifras de casi un 26% de variación de precios interanual y una suba de más del 20% del tipo de cambio desde noviembre 2017 decían otra cosa.

No solo los números de la inflación dejaban en orsay a Sturzenegger, también la paridad cambiaria hacía de las suyas con la demanda de dólares y el martes el BCRA debió volcar a la plaza 422.3 millones de dólares de las reservas (sumando más de 600 millones entre lunes y martes) para que la moneda norteamericana cierre a $ 20,55 en su versión oficial.

También, sobre la paridad cambiaria, el presidente del Banco Central opinó lo siguiente: “se continúa interviniendo para sostener el valor de la moneda, con la convicción de que una depreciación mayor a la ya ocurrida no estaría justificada ni por impactos económicos reales ni por el curso planeado de la política monetaria”, porque con ello según dice se logra, “evitar subas no justificadas de la moneda es clave para no ralentizar el proceso de desinflación”.

Los datos de la Universidad Di Tella publicados esta semana también difieren de las convicciones del presidente del Central al proyectar un 25 por ciento las expectativas de inflación de la población para los próximos 12 meses.

(*) Periodista de Misiones Online

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