Advierten por caída en la producción de té e incumplimiento de precios

Productores afirman que sobre el final de la zafra se pagó entre 1,10 y 1,65 pesos por kilo de brote verde cuando el precio oficial es de 1,93 pesos. Estiman que el volumen de materia prima obtenido durante la cosecha 2017-2018 fue 35 por ciento menor en comparación al año anterior. Hay preocupación por los ataques cada vez más severos de la plaga conocida como el ácaro.

Desde el sector primario afirman que la cosecha tealera, que transcurre sus últimos días, no fue buena y lo atribuyen a dos motivos: incumplimiento de precios y rendimientos por debajo de lo esperado.

El precio oficial del brote verde, establecido por el ministerio del Agro de la Provincia, se fue incrementando de la mano de la cotización del dólar: desde el inicio de la cosecha -en octubre- hasta el último día de 2017 fue de 1,65 pesos por kilo; desde el 1 de enero al 28 de febrero, fue de 1,79 pesos y desde el 1 de marzo hasta el final, de 1,93 pesos. Los que más se acercaron a esos valores fueron las gran des empresas exportadoras, que –según los productores-pagaron alrededor de 1,65 pesos; mientras que los secaderos más chicos pagaron entre 1,10 y 1,20, con la incertidumbre de que muchos de ellos pagaron solo un adelanto y no hay certezas si van a poder cubrir los saldos pendientes.

El problema se agudizó porque al incumplimiento de precios se sumó un rendimiento particularmente bajo. En febrero el ministerio del Agro había estimado una caída de 30 por ciento en la producción, pero dirigentes rurales como Cristian Klingbeil (APAM) creen que la baja fue de 35 por ciento.

El productor se mostró muy preocupado por los persistentes ataques del ácaro, que en la última cosecha fueron más graves que en años anteriores. “Pedimos un estudio para ver por qué tenemos tantos problemas con el ácaro, que cada año se complica más. Esperemos que puedan darnos una respuesta”, dijo.

El clima tampoco ayudó. Las fuertes heladas que hubo a fines del inverno pasado castigaron muy severamente a las plantaciones, algunas de las cuales muestran los efectos hasta ahora. “Hay plantas que se quemaron casi por completo y volvieron a brotar de abajo. Recuperar esas plantas demora, le cuesta mucho a la planta”, señaló.

Reconoció que los bajos rindes también se explican por deficiencias en los trabajos culturales. Argumentó que dado que la actividad perdió rentabilidad, los productores darle a las plantaciones los cuidados necesarios para que rinda a su máximo potencial. “No se está fertilizando como se debe, no se ponen abonos compuestos, sólo urea o nitrodoble, con eso no alcanza, es como que una persona se alimente todos los días de sándwiches, engorda pero no alimenta”, consideró.

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