Greenpeace retira su adhesión al FSC, el mayor sello mundial de certificación de Manejo Forestal Sostenible del cual fue uno de los fundadores

“La decisión responde a una puesta en práctica deficiente de los estándares y el fallo en la protección de los bosques”, señalaron en un documento en el que fundamentan la decisión de Greenpeace Internacional, posición a la que adhirió la organización desde la Oficina Andino que abarca Argentina, Chile y Colombia.

La decisión de retirarse como miembro de FSC trascendió en marzo, y en abril comunicaron que desde la organización ambiental ya no pertenecen a ningún sistema de certificación forestal, restando así garantías y respaldo de credibilidad en el manejo sustentable para la certificación de bosques y plantaciones bajo este sello internacional, y que por tantos años promovieron como de principios y criterios a los que el mundo debiera ajustarse para homologar transparencia y credibilidad de buenas prácticas ambientales, económicas y sociales.

“La organización ambiental no tiene vinculo ni con los estándares de manejo forestal de FSC ni tampoco con PEFC”, confirmó el coordinador de la Campaña de Bosques por Greenpeace Andino, Hernán Giardini, en un documento al que accedió ArgentinaForestal.com.

“Greenpeace Internacional no pertenece a ningún sistema de certificación forestal. Las veintiséis oficinas nacionales y regionales de Greenpeace son autónomas para decidir si pertenecer o no a los sistemas de certificación forestal. De hecho, algunas oficinas nacionales de Greenpeace son actualmente miembros del Forest Stewardship Council (FSC)”, comunicaron a nivel global.

La credibilidad en jaque

Greenpeace Internacional fue uno de los miembros fundadores del Forest Stewardship Council (FSC), pero fundamentan que se “tomó la decisión de no renovar su afiliación al FSC debido a una puesta en práctica deficiente de los estándares y el fallo en la protección de los bosques”.

Sin embargo, al haber sido una organización socia fundadora del FSC, la decisión no fue tomada a la ligera. “Los principios rectores y el modelo de gobernanza del FSC siguen siendo dignos de admiración. Los criterios de gestión responsable se negocian entre los representantes de la industria, las organizaciones medioambientales, las organizaciones de la sociedad civil y los representantes indígenas en un sistema de cámara democrática equitativa; terceras partes independientes son las que auditan y certifican las operaciones forestales según estos criterios. Por tanto, aunque Greenpeace Internacional deje de ser socia, seguiremos estando en contacto con FSC Internacional y sus socios para tratar temas relacionados con la conservación de los bosques y con los derechos humanos”, aseguran.

De todas formas, desde Greenpeace en el documento consideraron que “los principios y criterios del FSC se están poniendo en práctica de manera desigual en los bosques del planeta. En algunas regiones la certificación FSC ha mejorado las prácticas forestales, pero en otras no ha cumplido su objetivo de conservar los bosques y proporcionar beneficios sociales adicionales. Esto ocurre particularmente en las regiones de “alto riesgo” donde las instituciones democráticas y de la sociedad civil son débiles y el nivel de corrupción es alto”, cuestionaron desde la organización ambiental.

Como sistema de certificación forestal, el FSC es una herramienta para la mejora de la gestión forestal y el aprovechamiento de los bosques, “pero Greenpeace cree que no está haciendo lo suficiente en materia de conservación. Aunque incluye normas para la conservación de los bosques y puede servir para ello, Greenpeace cree que el sistema FSC se centra actualmente en las operaciones forestales comerciales y necesita llevar a cabo mejoras para lograr una protección forestal a gran escala en todas las regiones forestales del mundo”.

Es más, Greenpeace cree que la transparencia es la base de la rendición de cuentas y del abastecimiento responsable de productos. “Está práctica está empezando a ser la norma común en las cadenas de suministro de materias primas. Para ser creíble, un sistema de certificación forestal debe publicar mapas digitales de las unidades de gestión forestal certificadas y de aquellas áreas de abastecimiento que el sistema considere de “bajo riesgo”.

“En la actualidad, ni el FSC ni ningún otro sistema de certificación de madera hacen pública la cartografía a nivel global; tampoco son públicos los informes de las auditorías de cada uno de los certificados de la Cadena de Custodia”, cuestionaron.

Por tanto, a nivel mundial, Greenpeace Internacional decidió limitar su apoyo al FSC y dejar que las oficinas nacionales decidan si seguir afiliadas, o no, en aquellas regiones donde sea correcto trabajar con el FSC para lograr estándares rigurosos y su aplicación real sobre el terreno.

 

 

 

Por Patricia Escobar 

 

 

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