Para el Tribunal de Oberá, Pereyra Da Costa pagó al autor material, consiguió el arma y hasta controló a sus perros para que el sicario asesinara al marido en 2013

El Tribunal Penal de Oberá consideró a Carmen Pereyra Da Costa como pieza clave en el plan urdido para el asesinato de su marido Ángel Altísimo (44), ocurrido en junio de 2013 en El Soberbio. Para los jueces, fue una “partícipe necesaria” en la comisión del “homicidio calificado” de su pareja. De ahí que le cupo la misma condena que para el autor material del homicidio (Lovis Ferreira): la prisión perpetua.
La víctima y su mujer profesaban una religión en la que están mal vistas las separaciones. Sus hijas describieron que tenían una relación cruzada por los celos y peleas constantes.
¿Cómo conoció Pereyra Da Costa a Ferreira? Ella misma reconoció que llegó a la cárcel de Oberá para visitar a un hermano de religión que estaba privado de su libertad. Allí se relacionó con otros detenidos a los que habría ofrecido asesinar a su marido a cambio de dinero. Uno de esos presos era Lovis, con quien luego terminó teniendo una relación presuntamente sentimental.
Los expertos de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas del Poder Judicial establecieron mediante el entrecruzamiento telefónico que antes, el mismo día y después del crimen, la mujer y su supuesto amante tuvieron contactos. Además ubicaron con el rastreo correspondiente al celular de Lovis en la zona del asesinato el día en que ocurrió.
Pereyra Da Costa le habría pagado al sicario con los ahorros familiares, unos 14 mil reales que estaban enterrados en un galpón de la familia. Asimismo, aportó el revólver Amadeo Rossi calibre 38 de Altísimo para la ejecución.
Como si lo anterior fuera poco, en la noche del crimen se habría encargado de controlar a los perros para que el sicario pudiera concretar el homicidio.
“No sé quien mató a mi marido. Díganle a mis hijas que las amo, doy mi vida por ellas. Quiero estar cerca de mi familia y ver a mis niños más chicos”, gritó a la prensa luego del fallo.