Un chico de 13 años con autismo le escribió una carta a Mauricio Macri para terminar con el hambre en el país

El 9 de febrero Santino Guglieri le mandó un fax al presidente Mauricio Macri. En el texto le contaba una idea que funcionó en Francia: «Hace un tiempo, aprobaron una ley que fuerza a los supermercados a donar la comida que sobra, los multan si no lo hacen. Esa ley no existe en la Argentina y quiero que lo haga», escribió. El reclamo y sugerencia del joven tenían por objetivo ayudar a la gente. «Al parecer seis millones de personas pasan hambre en este país, una ley así podría ayudarlas mucho». Dos meses después llegó la respuesta. El Presidente lo invitó a la Quinta de Olivos para conversar.

La inquietud de Santino, o como dice su mamá, la hipersensibilidad que tiene el chico de 13 años de Paraná, lo llevó a hablar durante una hora con la vicepresidenta Gabriela Michetti y el presidente Macri. «Santi, siguiendo su línea de pensamiento hipersensible, decidió escribirle una carta. Previamente habíamos ido a conocer el Banco de Alimentos de Rosario para conocer el funcionamiento. Nos explicaron cómo son las donaciones y qué tipo de alimentos son los que pueden llegar a las personas que menos tienen. Son productos que sobran por cuestiones de rotura de packaging o no se venden», explica Germán, el papá.

Cuando llegaron a la Quinta de Olivos, una mujer que los llevó a recorrerla les dijo que estaban construyendo una canchita «para chicos con capacidades diferentes». Santino la corrigió. «Le dije que son personas con discapacidades porque, decir capacidades diferentes suena demasiado amable, como que se quiere quedar bien. Me parece un poquito condescendiente y la verdad que las personas con discapacidades, tienen discapacidades».

«Así es Santino, siempre pensando en el otro», dice orgullosa su mamá. María interrumpe la historia del encuentro en Olivos para hablar del autismo. «Cuando me dijeron en un primer momento que mi hijo tenía un trastorno generalizado del desarrollo, me cuestioné por qué tenía que ser igual a los demás. Por qué todos tenemos que ser iguales. Hay que aceptar las diferencias. Con tolerancia y amor se puede llegar lejísimos. Además, cada uno tiene un camino por recorrer, pero si uno está abierto y acepta lo que se viene, seguramente vas a lograr un resultado maravilloso e impensado».

Germán, su papá, piensa que Santino va a ser escritor porque escribe desde siempre y le encanta leer. «Posiblemente pueda contar en primera persona su historia como alguien diferente que llegó a un lugar a donde muchos quieren llegar. Me gusta usar el término de neurodiversidad. La complejidad del mundo exige que sepamos que existen mentes complejas y diferentes como la de Santi y les pido a todos, especialmente a las instituciones educativas que los ayuden».

En mayo del año pasado, Santino ganó dos premios en el Concurso Literario de la Biblioteca Popular de Paraná. Fue gracias a sus cuentos «Pasillos» y «Ojo Rojo».

Los padres, además de charlar sobre el pedido de Santi y los Bancos de Alimentos, le contaron a la vicepresidenta sobre la organización de papás de chicos con autismo de la que forman parte. «Una de las tareas fundamentales es hacer conocer más sobre el tema, para que haya menos prejuicios e injusticias con personas que tienen algún trastorno del espectro autista».

Los papás destacan que su hijo no necesita ni adaptación, ni apoyo para ir a una escuela común y que, incluso, supera algunos objetivos. Santino está en la secundaria y tiene todo el tiempo inquietudes sobre cuestiones sociales, no para. «Macri dijo que se iba a ocupar. Me felicitó y dijo que tuve una buena idea».

 

Ley Donal

La carta que Santino escribió al Presidente, sirvió también para impulsar una campaña que busca que se modifique la ley de «Régimen especial para la donación de alimentos» que solicita la Red de Bancos de Alimentos de Argentina.

En 2004 se sancionó la Ley 25.989 conocida como Ley Donal que tenía como objetivo incentivar las donaciones de alimentos para contribuir a satisfacer las necesidades de las poblaciones más vulnerables estipulando quiénes pueden donar, qué productos, cómo debe hacerse y los derechos y obligaciones de cada parte.

En la página de la Red de Bancos de Alimentos de Argentina indican que la redacción original de la ley, establecía en su art. 9 que, en caso de haberse entregado los alimentos en buena fe, cumpliendo con las exigencias bromatológicas y de inocuidad del código alimentario argentino, el donante quedaba liberado de responsabilidad por los daños que pudieran producirse pero el artículo fue vetado el mismo año. Entonces, hoy en la Argentina, el donante de alimentos no tiene ningún resguardo legal y eso hace que las empresas no donen de la manera en que se necesitaría. «Hay empresas que no se animan a donar o no se donan todos los alimentos que podrían», explica Natascha Hinsch, directora de a Red de Bancos de Alimentos.

A fines de 2017, obtuvo media sanción en el Senado. La próxima semana se tratará en Diputados. Ahora, la palabra la tienen los legisladores.

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