Lula pasó su primera noche en prisión: hubo nueve heridos por los disturbios durante su ingreso

El ex presidente brasileño amaneció a las 7 con café con leche y pan con manteca. Luego fue visitado por uno de sus abogados. Sus militantes levantaron un campamento.

Luiz Inacio Lula da Silva quedó anoche preso en Curitiba, tras un proceso judicial que lo condenó a 12 años y un mes de cárcel por corrupción.

Tras el ingreso del ex mandatario a la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, donde empezó a cumplir su pena, hubo disturbios en la entrada del edificio y la policía tuvo que lanzar bombas de estruendo y disparar balas de goma para dispersar a los manifestantes que lanzaron palos y piedras contra los agentes. Nueve personas resultaron heridas, aunque ninguna de gravedad.

El juez Ernani Mendes Silva Filho prohibió que haya manifestaciones en los alrededores de la sede de la Policía Federal de Curitiba en la que quedó alojado Lula, porque esas protestas «pueden ocasionar trastornos a los vecinos de la región y grave lesión al orden de la seguridad».

Pese a la medida, algunos militantes del PT continúan acampando para apoyar a su referente. Según el diario Folha do Sao Paulo, cuarenta colectivos llegarán en las próximas horas colmados de manifestantes para engrosar el campamento en favor del ex presidente brasileño. «Estamos en una lucha sin tregua hasta que el presidente Lula consiga la libertad», dijo el coordinador de MST y del Frente Brasil Popular, Roberto Baggio.

«Lula está bien, llegó bien a su lugar detención y vamos a instalar una resistencia cívica, una vigilia cívica para que salga rápidamente de prisión, de esta situación de prisión política», dijo hoy la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann.

«El ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva durmió tranquilo en su primera noche en la celda en la ciudad de Curitiba en la que fue recluido y pasó gran parte del tiempo acompañado por uno de sus abogados», informó hoy el Partido de los Trabajadores (PT) en un comunicado.

«Él durmió tranquilo y no fue maltratado por los agentes del lugar. Permanece sereno y tranquilo», según la nota divulgada por el «comité popular» que el PT montó en las inmediaciones de la sede de la superintendencia.

A las 7 de la mañana, la policía le llevó el desayuno a Lula como a los otros detenidos: café con leche con pan y manteca fue el menú, de acuerdo al régimen interno de las celdas de este edificio policial. El expresidente solo puede estar al aire libre dos horas por día y no puede recibir visitas.

La defensa del expresidente espera que el Supremo Tribunal Federal aborde el miércoles próximo acciones que cuestionan la jurisprudencia que indica que con fallo de cámara de segunda instancia un condenado debe ser detenido. El Supremo Tribunal podría declarar inconstitucional ese entendimiento, ya que que la Constitución brasileña permite la cárcel, si es que no hay vidas en riesgo, una vez finalizadas todas las instancias judiciales.

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