Violencia adolescente: “Los padres deben hacerse tiempo y espacios de diálogo para escuchar a los adolescentes”

Nuevamente se viralizó un hecho de violencia entre estudiantes, esta vez de Posadas. La licenciada en Psicología y Especialista en Adolescentes, Patricia Smit, advirtió que estos hechos, cada vez se dan en más cantidad y con más intensidad. Señaló la importancia de generar espacios para hablar y sobretodo escuchar a los adolescentes. Entendiendo que es una etapa y que prima la necesidad de acompañarlos.

Patricia Smit. Radio Libertad.

Tras los hechos de violencia entre adolescentes que terminan siendo viralizados en las redes sociales, Radio Libertad y Misiones Online dialogó con una especialista en violencia y adolescentes, quien brindó algunos aspectos a tener en cuenta ante estas situaciones.

Marcó la necesidad de generar espacios de diálogo y escuchar. Asimismo cuando el hecho ya fue realizado, buscar la forma de que el adolescente ponga en palabras eso que lo llevó a actuar de esa forma violenta.

Para la licenciada, toda esta situación es reflejo de una sociedad que está cada vez más violenta, donde se prioriza la acción, el trabajar, hacer, rendir, antes que buscar espacios para dialogar con el hijo, la pareja, la familia. Además indicó que es clave el entorno del adolescente.

P: ¿Hay un porqué de que ocurran estos hechos de violencia?

Sí, hay varios factores que van influyendo y que terminan en esta demostración de violencia extrema. La rivalidad es algo que siempre está entre los adolecentes que tiene que ver con una cuestión de pertenencia a un grupo. Se ven casi obligados a hacer alguna cosa por pertenecer a un grupo. Ahora también se está intensificando la cuestión de la violencia porque no sé si los adolescentes están encontrando escenarios donde rivalizar sanamente. En una época había muchas olimpiadas, muchas competencias donde la rivalidad se daba en un ambiente sano. Justamente lo que media en esas situaciones es la palabra.

Me parece que esto que ésta pasando en los adolescentes es un reflejo de lo que está pasando en la sociedad en general. La intensificación de la violencia, porque en todos los escenarios es mayor la agresividad y donde media menos la palabra.

 

P: En tu trabajo, ¿observaste si los jóvenes que se ven involucrados en hechos de violencia, son testigos de lo mismo en su casa?

Siempre hay algo de violencia en la historia en cada uno de estos chicos. No cualquier adolescente va a ponerse a pelear así con otro. Tienen que darse ciertas condiciones singulares que le puedan permitir pelearse así. La historia de la violencia particular es un factor que influye, si bien a veces no es la casa, pero en el entorno puede estar atravesando una situación de violencia que después se despliega así (pelea).

 

P: ¿Como percibimos los adultos de que el chico o chica está ante una posible situación de agresión con otro?

Me parece que lo más importante es no tenerlo a los adolescentes por fuera del círculo y mirados desde otro lugar como diferentes, como bichos raros. Lo que está pasando es que se los está dejando cada vez más afuera, porque no se sabe cómo tratarlos, cómo escucharlos. Los propios padres a veces te dicen que lo más difícil es que mis hijos me odien. Y debemos sostener estos discursos, porque la adolescencia es una etapa. Lo más importante es poder hablar, en la escuela en la familia. A veces en la casa está naturalizado, porque en la casa viven situaciones de violencia.

 

P: Antes los padres ponían más límites sin importar lo que pensáramos, ¿hoy los padres buscan ser más amigos?

En general pareciera que sí y buscan ser aceptados por el adolescente. Por ello en la clínica trabajamos mucho para que los padres puedan soportar el paso de los chicos por la adolescencia y que sepan que no es un sentimiento permanente de odio o de revolución. Que esto va a pasar, esto es lo más importante. La cuestión de acceso a internet también es algo que cambió nuestras vidas, donde también los chicos leen cosas, amenazan con leyes, y esto también trabajamos mucho con los padres, porque no es lo mismo poner límites que imponerlos con violencia.

 

P: En las escenas de violencia entre adolescentes siempre suele haber compañeros que arengan y se burlan. ¿Cómo ayudar a que perciban que son expuestos también por otros, y evitarlo?

Es un escenario y un momento donde algunos adolescentes tienen la tarea de actuar. No lo hacen a conciencia. Creo que lo más importante es que los padres se tomen el tiempo para hablar, pero principalmente para escuchar qué le está pasando a este chico. Automáticamente cuando se sube a la red se pierde el control del video y se vuelve una cosa incontrolable y llega el momento en que pueden quedar marcas de por vida.

 

P: Una vez que ocurre, si tenemos una situación así, ¿cómo contenemos a nuestros chicos?

Es importante que puedan recibir contención psicológica, y eso que se puso en acto hay que poner en palabra. Hay que saber que no aparece de un instante al otro, es algo que se va intensificando. No lo hacen teniendo conciencia de que se puede tornar delicado o peligroso.  En la adolescencia, al igual que la niñez, es otra etapa de la vida, necesaria para la construcción de un sujeto, de una persona, y que en ese sentido los adolescentes también están en otra etapa de vulnerabilidad porque en las acciones que realizan, no hay noción de peligrosidad. Lo que hacen, es como un acto de diversión, de desafío, o de bromas, no se hace a conciencia de que puede tener efectos, de que puede volverse algo peligroso o delicado.

 

P: ¿En las instituciones educativas que hay que hacer ante hechos de violencia?

Trabajar esa bronca que no es algo que va a durar toda la vida, dura un rato. Son ciclos, y esta pelea es parte de ello, pero se dio de esa forma y con intensidad, pero se pudo haber hecho de otra forma, con talleres, con deportes, actividades, charlas y espacios de escucha para estos adolescentes para que puedan transitar estar esta rivalidad de una forma más sana.

 

P: ¿Notas que aumentaron los casos de violencia o aumentó la exposición?

Se intensifican, no solamente la cantidad si la intensidad de la acción violenta, pero además se viraliza. Me parece que es un reflejo de la sociedad en general, no es exclusivo de los adolescentes, ellos son parte de esta sociedad donde no se priorizan los lugares de escucha. Todo es acción, todo es trabajo, todo es rendir, donde no hay tiempo para la familia, para escuchar a los chicos, a la pareja y me parece que, lo que hay que hacer es generar esos espacios de tiempo para escucharnos.

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