San Lorenzo le ganó a Independiente con un golazo y quedó como escolta de Boca

Fue 1-0 en Avellaneda con una gran definición de Rubén Botta.

Independiente y San Lorenzo arrancaron el año con el sueño de pelearle el título a Boca. Es más, cuando debió haberse jugado el partido, el sábado 10 de febrero, por la fecha 15, ambos se sentían a tiro del equipo de Guillermo Barros Schelotto.

El correr de las fechas les cambió el objetivo. Por ese entonces, el Rojo pidió la postergación porque priorizó la Recopa, que perdió ante Gremio. Y la reprogramación del juego le cayó justo cuando cayó en un bache en el ciclo de Ariel Holan.

En la vereda de enfrente, San Lorenzo ya pasó el sofocón de los primeros partidos del año en los que el Pampa Biaggio no le encontraba la vuelta y empezaba a correr riesgo su cargo.

Llegó a Avellaneda con dos triunfos al hilo, frente a Olimpo y Lanús. Y en medio de una seguidilla de cinco partidos en quince días -el primero fue Lanús-, que incluye la ida de la primera fase de la Copa Sudamericana ante Atlético Mineiro, la semana que viene.

En un primer tiempo parejo y de ida y vuelta San Lorenzo fue más punzante en el área rival. Nico Blandi tuvo dos chances que hicieron trabajar a Martín Campaña hasta que a los 15 Rubén Botta inventó un golazo con una jugada fenomenal en el área.

Franco Moyano manejó los hilos y abrió la pelota hacia la derecha para la proyección de Paulo Díaz, que descargó de primera para el medio. Ahí apareció Botta. Y su zurda. El enganche controló y quedó de espaldas al arco, pero con una pisada se acomodó para sacar un remate impensado y la colgó del ángulo. Golazo y 1-0.

En desventaja, Independiente entró en el nerviosismo. Leandro Fernández no pudo en el mano a mano con Nico Navarro y Gastón Silva tuvo la más clara en un tiro libre con rosca que salió besando el travesaño.

El equipo de Biaggio, firme en defensa, era mucho más directo en ataque: respondió con un zurdazo cruzado de Nahuel Barrios y nuevamente apareció Campaña para evitar el gol con una atajada perfecta contra su palo izquierdo.

En el segundo tiempo, el trámite se planchó y San Lorenzo se fue aferrando al triunfo. Independiente parece otro equipo. Está lejos de aquellos partidos de juego fluido y ataque constante que caracterizaban a la era Holan.

Sin Maximiliano Meza ni el regreso de Martín Benítez ni la aparición de Braian Romero le dieron el fútbol que necesita. Tampoco surtió efecto la acumulación de delanteros, con Leandro Fernández y Gigliotti, de arranque y el ingreso de Silvio Romero en el cierre.

Para colmo terminó con diez por la expulsión de Fabricio Bustos. Fue un símbolo de una versión deshilachada del equipo. Terminó llenando de centros el área visitante pero nunca logró claridad para llegar al empate.

Lo aprovechó San Lorenzo y así trepó hasta el segundo puesto de la tabla, con 42 puntos, a ocho del líder Boca.

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