Pasó para los días 10 y 11 de abril el juicio a la mujer de El Soberbio acusada de planificar el crimen de su marido

Se pospuso para los días 10 y 11 de abril el juicio a la mujer de El Soberbio acusada de haber planeado asesinar a su marido con su supuesto amante.
El debate estaba previsto para esta semana (4 y 5 de abril), pero como la fiscal Estela Salguero aún se encuentra compensando los días que trabajó durante la feria judicial de verano, se cambió la fecha.
Para la semana que viene hay 12 testigos citados. Serán los los camaristas Francisco Aguirre, Lilia Avendaño y José Pablo Rivero, del Tribunal Penal de Oberá, serán quienes analizarán la conducta de los acusados Claudia Rosa Pereyra Da Costa (40), y el presunto amante de esta, “Lobi” Ferreira.
El crimen de Ángel Altísimo (44) sucedió en 2013, al hombre lo ejecutaron a balazos. La viuda y el otro acusado están imputados del delito de «homicidio calificado», por lo que de ser hallados culpables serían condenados a prisión perpetua.
Pereyra Da Rosa estuvo prófuga durante meses. La detuvieron en octubre de 2015 en Luján, provincia de Buenos Aires, después de un seguimiento intenso desarrollado por la Policía y funcionarios judiciales.
El hecho en cuestión sucedió la noche del 21 de junio de 2013. Altísimo recibió tres balazos en el tórax. Ese sábado, estaba en su chacra del paraje Campín Largo, cuando lo atacaron. Murió días después en el Samic de Oberá.
El expediente consta de un relato autoincriminatorio de Pereyra Da Costa, en la que admite haber contratado a sicarios para que eliminaran a su marido. Y luego un testimonio de la misma mujer en el que se desdice.
Se cree que Ferreira era amante de la mujer y que ambos tramaron el homicidio.
El día siguiente del ataque a balazos, la Policía inspeccionaba la escena del hecho, cuando una de las hijas de Altísimo, de 20 años, se acercó y confesó que horas después de los disparos, su madre la había convocado para que limpiara el sitio exacto donde su padre había sido acribillado. Para los detectives quedó en claro que la pareja del agricultor quería borrar evidencia. Y consolidaron todavía más esta idea cuando la chica les entregó un revólver calibre 38 “Amadeo Rossi”, apuntada como el arma homicida y supuestamente escondida por su madre.
Los uniformados también hallaron en un cenicero vainas servidas del mismo calibre. Todo dejaba entrever que Pereyra Da Costa había participado activamente en el atentado.
El arma homicida había desaparecido de la casa de los Altísimo en Semana Santa de 2013, junto con 14 mil reales. Sólo el dueño de casa y su mujer sabían que ese dinero estaba en la vivienda.
Testigos que declararon en la causa indicaron que en una ocasión Pereyra Da Costa amenazó de muerte a su marido durante una discusión. Y una pericia de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas del Poder Judicial detectó llamadas entre ella y uno de los supuestos sicarios.

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