El Obispo de Posadas celebró la Misa Crismal y se inauguró la capilla para el Santísimo Sacramento en la Catedral

Monseñor Juan Rubén Martínez presidió esta mañana la Misa Crismal en la Catedral de Posadas. En la oportunidad estuvo acompañado por los sacerdotes y diáconos de la Diócesis, oportunidad también en la que se inauguró la capilla para el Santísimo Sacramento.

 

En la misa se consagró el Santo Crisma y se bendijeron los óleos de los catecúmenos y de los enfermos. La palabra crisma proviene del latín chrisma, que significa unción. Así se llama al aceite y bálsamo mezclados que el Obispo consagra en esta misa. Con esos óleos serán ungidos los nuevos bautizados y se signará a los que reciben el sacramento de la Confirmación. También son ungidos los obispos y los sacerdotes en el día de su ordenación sacramental. Así, el Santo Crisma, es decir el óleo perfumado que representa al mismo Espíritu Santo, es aplicado junto con sus carismas el día del bautismo y de la confirmación;  y en la ordenación de los sacerdotes y obispos.

 

Con el óleo de los catecúmenos se extiende el efecto de los exorcismos, pues los bautizados se vigorizan, reciben la fuerza divina del Espíritu Santo, para que puedan renunciar al mal, antes de que renazcan de la fuente de la vida en el bautismo.

 

El óleo de los enfermos, cuyo uso atestigua el apóstol Santiago, remedia las dolencias de alma y cuerpo de los enfermos, para que puedan soportar y vencer con fortaleza el mal y conseguir el perdón de los pecados. El aceite simboliza el vigor y la fuerza del Espíritu Santo. Con este óleo el Espíritu Santo vivifica y transforma nuestra enfermedad y nuestra muerte en sacrificio salvador como el de Jesús. La materia apta para el sacramento debe ser aceite de oliva u otro aceite sacado de plantas.

 

Tras la ceremonia el titular de la Diócesis de Posadas, entregó los óleos a las distintas comunidades.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas