Boca: rompió el silencio una de las chicas que acusó a Cardona y a Barrios

 

Cinthia Susana Giménez denunció que perdió un embarazo semanas después del incidente en Puerto Madero.

El domingo 14 de enero, en uno de los departamentos del apart hotel ubicado sobre la calle Petrona Eyle, en Puerto Madero, Cinthia Susana Giménez vivió una de las noches más traumáticas de su vida. Se trata de una de las chicas implicadas en el escándalo que sacudió a Boca, ya que denunció a Wilmar Barrios y a Edwin Cardona de haberla agredido física y verbalmente.

Pasaron dos meses de aquella vez. Se había apartado por miedo, tras las amenazas que sufrió por parte de hinchas de Boca, que hicieron guardia en la puerta de su casa y la agredieron en mensajes a su teléfono. Ahora, Giménez rompió el silencio para aclarar que la causa sigue en la Justicia, fundamentalmente porque perdió un embarazo por la tensión que vivió en este tiempo.

«Voy a empezar de nuevo con todo lo legal, nunca levanté la denuncia y me acreditaron las lesiones. Voy a tomar otras medidas. Lo único que me importaba era proteger a mi bebé y eso se rompió; siento que se están burlando. Escuché que decían que nos perdonaban. ¿Acaso son dioses? Tengo mucha bronca. Pero hay que seguirlo judicialmente más allá del miedo.Quiero que se haga justicia por mi bebé», afirmó en el programa Código de Barras, en .

Giménez reveló que perdió su embarazo «hace un mes» y lo ata «a la angustia y los miedos» que pasó. «Lo perdí por este tema. Era un embarazo chiquito y desde aquel domingo lloraba todos los días. El bebé todo lo siente y se angustia. Yo sentía que algo me iba a pasar. Tenía miedo que viniera un loco y me pegara un tiro», aseguró.

A raíz de ese temor, luego de la denuncia a los jugadores de Boca, se fue de viaje. «Como no podía trabajar, pedí plata y me fui una semana porque recibí muchas amenazas de hinchas de Boca y gente del club. Pedían que desmintiera todo, que me iban a cortar el cuello. Me llamaban y me amenazaban. Había gente que estaba en la puerta toda la noche haciendo guardia. No creo que me los hayan mandado los jugadores, creo que la gente se nubla por el fanatismo. Yo denuncié la violencia y el maltrato, sea de un jugador o del Papa», contó.

Consultada sobre qué ocurrió ese fin de semana, ya que ella acudió tanto el sábado como el domingo al encuentro con Barrios y Cardona, Giménez aclaró que «muchos detalles» no puede dar porque la causa está en la Justicia pero relató que hubo «sexo, drogas y alcohol».

«La invitación fue ‘vamos a una previa, allá hay unos jugadores’. El sábado no pasó nada grave ni que me llamara la atención o me hiciera pensar que estaba en peligro. Sí situaciones incómodas, pero lo tomé como un juego de ellos más que como una agresión», comenzó relatando sobre ese encuentro. Aquella noche le dejó su teléfono a Sebastián, quien acompañaba a los futbolistas, por si querían volver a salir. Y el llamado se repitió el domingo.

Pero entonces el panorama cambió. «Ahí empezaron otro tipo de situaciones: agresiones verbales y una cuchilla de cocina. No me amenazaron ni me cortaron, pero sí bailaba y revoleaba la cuchilla, como macumbero», dijo en referencia a Wilmar Barrios. «Estaban todos presentes. El bailaba música colombiana y revoleaba la cuchilla», agregó Giménez, al tiempo que confirmó que los hombres «estaban totalmente alcoholizados».

Cinthia, además, dijo que la situación de la cuchilla fue advertida por su amiga Alexia, una striper que mantuvo relaciones sexuales con el chico que oficiaba de nexo con los jugadores. «Nosotras nos quedamos paradas, quietas, heladas. No sabíamos que pasaba. La cuchilla apareció de la nada a las 4 de la mañana. Fabra se puso a bailar con él. Era incomodísimo porque no sabíamos si la iba a tirar o qué», explicó.

Aunque ella no tuvo sexo con nadie, confesó que «hubo de todo»y que no vio «ninguna tijera cortando pelo» aquella noche. «Cardona estaba con otra chica, que me dijo que era la noviecita. Sexo hubo. No sé si por dinero o por placer, cada chica se hace cargo de lo que hace. De mí te puedo decir que no. Caty (quien había ido el sábado con ella) creo que tampoco», mencionó.

Después del episodio con la cuchilla, y de que Cardona le tirara al piso el celular diciéndole ‘esto acá no’, Giménez sufrió violencia cuando se quería ir: «No me dejaban bajar y les tuve que decir que estaba embarazada. (Barrios) Me venía con la mano a la cara y yo le hacía como un choque de 5. Pero fueron como siete veces seguidas y yo pensaba que me iba a pegar».

Consultada sobre qué ocurrió ese fin de semana, ya que ella acudió tanto el sábado como el domingo al encuentro con Barrios y Cardona, Giménez aclaró que «muchos detalles» no puede dar porque la causa está en la Justicia pero relató que hubo «sexo, drogas y alcohol».

«La invitación fue ‘vamos a una previa, allá hay unos jugadores’. El sábado no pasó nada grave ni que me llamara la atención o me hiciera pensar que estaba en peligro. Sí situaciones incómodas, pero lo tomé como un juego de ellos más que como una agresión», comenzó relatando sobre ese encuentro. Aquella noche le dejó su teléfono a Sebastián, quien acompañaba a los futbolistas, por si querían volver a salir. Y el llamado se repitió el domingo.

Pero entonces el panorama cambió. «Ahí empezaron otro tipo de situaciones: agresiones verbales y una cuchilla de cocina. No me amenazaron ni me cortaron, pero sí bailaba y revoleaba la cuchilla, como macumbero», dijo en referencia a Wilmar Barrios. «Estaban todos presentes. El bailaba música colombiana y revoleaba la cuchilla», agregó Giménez, al tiempo que confirmó que los hombres «estaban totalmente alcoholizados».

Cinthia, además, dijo que la situación de la cuchilla fue advertida por su amiga Alexia, una striper que mantuvo relaciones sexuales con el chico que oficiaba de nexo con los jugadores. «Nosotras nos quedamos paradas, quietas, heladas. No sabíamos que pasaba. La cuchilla apareció de la nada a las 4 de la mañana. Fabra se puso a bailar con él. Era incomodísimo porque no sabíamos si la iba a tirar o qué», explicó.

Aunque ella no tuvo sexo con nadie, confesó que «hubo de todo»y que no vio «ninguna tijera cortando pelo» aquella noche. «Cardona estaba con otra chica, que me dijo que era la noviecita. Sexo hubo. No sé si por dinero o por placer, cada chica se hace cargo de lo que hace. De mí te puedo decir que no. Caty (quien había ido el sábado con ella) creo que tampoco», mencionó.

Después del episodio con la cuchilla, y de que Cardona le tirara al piso el celular diciéndole ‘esto acá no’, Giménez sufrió violencia cuando se quería ir: «No me dejaban bajar y les tuve que decir que estaba embarazada. (Barrios) Me venía con la mano a la cara y yo le hacía como un choque de 5. Pero fueron como siete veces seguidas y yo pensaba que me iba a pegar».

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