Desde la Asociación de Comerciantes Misioneros consideran crítica la situación de los supermercados de barrio

Debido a la inflación y los gastos estacionales como el comienzo de clases y la Semana Santa, la situación de los comercios de barrio, como los pequeños y medianos supermercados, se encuentran en una situación crítica, así lo planteó el integrante de la Asociación de
Comerciantes Misioneros, Nelson Lukoski.

Nelson Lukoski (Radio República)

“Teníamos pensado comenzar un año tranquilo y realmente se desbordó bastante la situación, vamos a tener una inflación que supero lo que se pretendía y la realidad es que hoy estamos con un marzo escolarizado, comienzo de clases, Semana Santa que cae ahora a fin de mes, se esperaba un poco más de enero y ahora las expectativas no son como otros años”. Agregó Lukoski que “se está presentando una situación bastante crítica, la gente se mide, con el comienzo de clases tiene sus gastos extra, por eso se restringe en el consumo, en el gasto. Hay que ser realistas, más allá de la esperanza que uno pueda tener está bastante paralizada la venta, estamos hablando de la parte de comestibles”.
El comerciante explicó que en este contexto, “la gente deja de comprar y se basa pura y exclusivamente en lo de primera necesidad, por ahí ahora que empezaron las clases tenemos que hay algunas escuelas que sirven el desayuno y otras de jornada completa y eso ya alivia un poco la canasta de la familia, pero se miden en todas las cosas, no compran como compraban antes, por ahí los fines de semana es cuando más compran”. Además destacó que por las compras escolares hay familias que “han manejado mucho la tarjeta este mes, hay mucha tarjeta” y comentó que “mucha gente espera que salgan los tickets para venir a hacer sus compras, eso es lo que movió un poco la semana pasada, pero los comerciantes tenemos que bancarnos entre 20 y 30 días, a veces más, para cobrar”.
En diálogo con Radio República, Lukoski aseveró que “desde el año pasado que viene bastante retenido lo que inversión y renovación, más que nada en nuestro rubro, nosotros tenemos un coso fijo, aparte también necesitamos renovar nuestros elementos de trabajo cada tanto y eso no se está haciendo como otras veces, está muy muy quieto, estamos, no digo asustados, pero a la expectativa de lo que pueda pasar”. Sin perder las esperanzas, como lo destacó varias veces, el comerciante recordó que “el año pasado esperábamos que llegue mayo porque en ese mes se reactiva prácticamente la economía y no fue tan así, ahora estamos esperando otra vez que llegue abril o mayo para ver cómo se reactiva, pero realmente en marzo es muy preocupante, la gente lo manifiesta en la calle y se nota en el movimiento”.
La suba de ciertos rubros son casi constantes y lo reflejó Lukoski, precisando que, por ejemplo, “esta semana habrá bajado un 10% el pollo pero venía con una suba del 60, 70 por ciento durante todo el mes de febrero y eso se nota en la caída de las ventas, porque el bolsillo de la gente no está para gastar y no sé lo que va a valer un kilo de chipa para Semana Santa es una barbaridad y estamos en la provincia de la mandioca”. Otro de los rubros que se vio afectado es el de frutas y verduras, sobre todo frutas de estación, “bajo el consumo de frutas, este año no hubo un consumo como otras veces, se nota que las familias están recortando, la parte de postres por ejemplo y después la parte de limpieza que, más que nada perfumería que recortan”.
Explicó que, “obviamente en la parte comestibles busca lo más económico, hay oferta de comestibles para todos, pero en carnes hubo una suba en los últimos días con la última suba de los combustibles y se va a ver reflejado la semana que viene en el mostrador”. Como un factor que afectó seriamente al sector minorista fue la apertura de los mayoristas y sus ventas al consumidor final que se viene dando desde el año pasado, “nos afectó mucho, mermo un 40 por ciento nuestras ventas, la mayoría de los negocios de nuestro rubro han
achicado personal, porque no son las ventas de antes”. Agregó, no sin cierta preocupación que, “somos los próximos a desaparecer si no se toman medidas, las grandes superficies no absorben la cantidad de gente que atendemos los supermercados de barrio, tampoco la están pasando bien las distribuidoras, tenemos cuatro o cinco en posadas que abarcan toda la provincia y están perdiendo ventas considerablemente”.
Explicó que es una cuestión nacional, esto viene de hace cuatro años cuando se liberó en Buenos Aires la venta a estos mayoristas, “sabemos que esas grandes corporaciones son internacionales no les interesa a quien le están pisando la cabeza además están bien con los
beneficios que tiene del estado, se corta con esto una cadena de trabajo”.

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