Mañana comienza la discusión legislativa sobre el aborto legal

 

La moneda está en el aire. A pocas horas de la apertura del debate parlamentario sobre la despenalización del aborto, en la Cámara de Diputados se mantiene el escenario de paridad y pocos se atreven a pronosticar cómo va a salir la votación, programada para fines de mayo o principios de junio.

 

Fortalecidos por la masividad del 8-M, los promotores de la legalización se muestran confiados y afinan detalles para evitar dilaciones durante el debate en comisión, que comenzará mañana, a las 18.30, y seguirá todos los martes, durante al menos dos meses.

 

Los detractores se activaron en los últimos días, con una reunión reservada, y dan los primeros pasos para un trabajo en conjunto. La pelea pasa hoy por las características que tendrá el trámite en comisión, más específicamente por la cantidad de expositores que podrá anotar cada diputado.

 

 

 

Un ingrediente clave aporta más incertidumbre: tras favorecer la apertura del debate, el Gobierno no está interviniendo para inclinar la balanza en una u otra dirección.

 

Aunque los impulsores del proyecto están mejor organizados, los dos sectores comparten estrategia: evitar las posturas extremas y acercarse de a poco a los indefinidos, poco más de 50 diputados que no decidieron su voto o que mantienen su posición en secreto. Ellos van a inclinar la balanza de una disputa casi empatada: hay 105 votos en contra y 98 a favor, según el registro público de Economía Femini(s)ta, una de las organizaciones que impulsan la legalización.

 

Esa cifra quedará desactualizada en los próximos días, coinciden los firmantes del proyecto de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Las principales referentes de esta organización se reunieron el jueves en la Cámara de Diputados con varios legisladores, entre ellos, Victoria Donda (Libres del Sur), Brenda Austin (UCR), Mónica Macha (Frente para la Victoria) y Romina del Pla (Frente de Izquierda).

 

 

Les anticiparon que acompañarán el comienzo del debate con un acto en las puertas del Congreso. La idea es seguir dándole visibilidad al reclamo callejero, mientras se avanza en gestiones con los indecisos.

 

De uno y otro lado reconocen, sin embargo, que los intentos por convencer a los que no anunciaron su voto pueden resultar infructuosos. La discusión desbordó el Congreso y se está dando en el ámbito familiar de muchos legisladores. «Es clave el papel que están jugando muchas mujeres e hijas de los diputados, sobre todo las adolescentes», dijo a LA NACION un dirigente de Cambiemos que promueve la legalización. «Papá, si yo me quedo embarazada sin querer, ¿no dejarías que me haga un aborto?», escuchó hace algunos días un diputado bonaerense de Pro, que había anunciado su voto en contra y que ahora duda.

 

Los impulsores de la legalización confían en que muchos que estaban en contra terminen votando a favor, se abstengan o se ausenten. Ponen como ejemplo a Daniel Scioli: pese a que siempre había mantenido una postura pública en contra de la legalización, en los últimos días destacó que en los países donde la práctica se despenalizó bajó el índice de muertes maternas. Los que resisten el proyecto esperan que los favorezca el debate en comisión. «Cuando se desarrolle la discusión vamos a tener evidencias científicas y legales que van aportar la claridad que hoy falta», dijo a LA NACION la diputada Carmen Polledo, presidenta de la Comisión de Salud.

 

El sector de los detractores de la legalización recién se está organizando. Con perfil bajo, el jueves pasado Nicolás Massot, jefe del bloque de Pro, reunió en su despacho al presidente del Bloque Justicialista, Pablo Kosiner; al titular del PJ, José Luis Gioja; a Ivana Bianchi, la jefa de la bancada que responde al senador Adolfo Rodríguez Saá, y al massista Alejandro Snopek. Decidido a encabezar la oposición al proyecto, Massot ya trabaja para acercarse a los indecisos.

 

La primera batalla quedará saldada pasado mañana, cuando se reúna por primera vez el plenario de comisiones, bajo la coordinación Daniel Lipovetzky, presidente de Legislación General y uno de los firmantes de la iniciativa. El encuentro será solo para definir la modalidad del debate.

 

Está definido que habrá reuniones los martes, entre las 9 y las 17. Pero hay un punto de conflicto. Los que rechazan la reforma proponen que cada diputado pueda aportar cinco nombres a la lista de expositores. Los que promueven la legalización pretenden limitarlo a dos, para evitar dilaciones. Más allá de esa diferencia, se mantiene el compromiso de que el debate llegue al recinto antes de mitad de año.

 

 

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