En el Día Mundial del Sueño te contamos qué hacer y qué no para dormir mejor

El Día Mundial del Sueño se celebra hoy y es promovido por la Asociación Mundial de Medicina del Sueño (WASM, por su siglas en inglés) quienes intentan aumentar la conciencia social sobre los trastornos de sueño y el problema que estos representan para la sociedad.

En diálogo con el diario LA NACION, el doctor Daniel Pérez Chada, director de la Clínica del Sueño del Hospital Universitario Austral, explicó que en la Argentina el 15% de los adultos duerme menos de 6 horas, cuando la recomendación para la edad adulta es de entre 7 y 8 horas; el 14% percibe mala calidad del sueño y el 22% tiene excesiva somnolencia diurna.

«Las personas sanas, que no tienen enfermedades del sueño, duermen mal por pautas culturales, demandas sociales, horarios rotativos o características de su trabajo, ven deteriorada su cantidad y calidad de sueño», agregó el especialista.

Sin embargo, hay mitos instalados sobre qué se debería hacer (y qué no) antes de ir a dormir para poder descansar bien, que Pérez Chada separó y expuso:

Qué hacer

Dormir en un ambiente con la mayor aislación del ruido posible
La temperatura en la habitación no debe ser alta
Mantener regulado el horario para irse a dormir
Evitar la actividad física muy intensa en las horas previas

Qué NO hacer

Beber alcohol: muchos creen que van a tener un sueño mejor. Puede inducir un sueño muy profundo, pero cuando se disipa los efectos del alcohol, las personas entran en una situación de sueño irregular, superficial y fragmentado
No llevar comida ni trabajo a la habitación, porque esto distorsiona la percepción del cerebro de que este ambiente no se utiliza para dormir.

Evitar las comidas copiosas

Evitar tomar café en grandes cantidades a partir de las 6 de la tarde

Jet lag social: adicción hacia la tecnología en las noches donde el sistema nervioso central recibe una cantidad de luz muy importante a través del ojo y eso hace que el cerebro interprete que la noche es el día
Con respecto al sueño en los jóvenes y adolescentes, el médico añade que «está demostrado que los que menos duermen tienen menor rendimiento escolar. En en ellos es muy importante porque, a diferencia de los adultos, está bien reglado que deben dormir 9 horas porque los que duermen menos, según un relevamiento que hicieron en todo el país, tienen notas más bajas».

Fuente: La Nación

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