Un juez ordenó torturar con descargas eléctricas a un acusado para que declarara

En medio del juicio de Terry Lee Morris, un estadounidense acusado de querer tener sexo con una chica de 15 años, el juez ordenó que le administraran al imputado tres descargas eléctricas. El magistrado argumentó que el hombre no quería cooperar, ante su negativa de declararse culpable o inocente. Ahora la audiencia de apelación deberá repetirse porque violaron sus derechos constitucionales.

Morris fue sentenciado a 60 años de prisión en 2014. Según detalló la investigación de The Washington Post, el procesado no volvió a presentarse ante la Corte para asistir a las siguientes sesiones del juicio ni escuchar su sentencia, ya que tenía miedo de volver a ser torturado.

El juez George Gallagher, que quedó bajo la mirada por su accionar inconstitucional, ordenó que le suministraran las descargas -de entre 50 mil y 70 mil voltios- con un cinturón paralizante.

El diario estadounidense detalló que el juez ordenó la primera después de que Morris «se atuviese a las reglas». El imputado se había negado a declarar, al argumentar que tenía una demanda pendiente contra el magistrado y contra su abogado. El hombre quería ejercer su derecho a defenderse.

«Señor Morris, se lo advertiré una vez», señaló Gallagher. «Si continúa con esos arrebatos, le expulsaré de la sala o usaré el cinturón de descargas contra usted», amenazó.

En el breve diálogo que mantuvieron, el juez insistió en que el imputado «siguiera las reglas». Pero Morris argumentó que sufría «problemas mentales» y que lo estaban torturando.

En su defensa, Gallagher explicó que decidió tomar esta medida porque el procesado estaba «muy agitado» y quería evitar una «situación violenta» en la sala.

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