Allanamiento a desarmaderos no autorizados: los movimientos sospechosos llevaron a los vecinos a alertar a las autoridades

El allanamiento a los desarmaderos no autorizados que funcionaban en el barrio Ñu Porá de Garupá no dejó detenidos. Sólo fueron notificados los tres sospechosos: padre e hijos. Por la cantidad de piezas decomisadas, es el tercer procedimiento del tipo más grande que se registra.
Ahora, los expertos del departamento Investigación Científica de Delito Automotor, dependiente de la dirección de Verificación Automotor trabajan en la identificación de las autopartes, a fin de determinar si se trata de partes de vehículos robados.
La investigación se inició luego de que a la Policía llegara la información de movimientos llamativos en los predios, ubicados a unos 300 metros de la ruta nacional 12. A cualquier hora del día, vehículos de distintas marcas o modelos desfilaban por el lugar. Daba la impresión de que iban allí para algún tipo de transacción comercial.
Sumado a esto, en los terrenos cada vez se sumaban más partes de autos, disimuladas entre la chatarra que los imputados apilaban en el lugar. La pantalla era precisamente la chatarrería.
Ayer cuando policías y funcionarios judiciales y de los gobiernos nacional y provincial supervisaban el operativo, los vecinos del barrio se acercaron para manifestar su alivio porque consideraban insoportable la cantidad de material metálico que los acusados apilaban en los predios. La chatarra bordeaba la calle y los pobladores lo consideraban insalubre.

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