Qué es la culebrilla, la enfermedad que padece el actor Arnaldo André

El actor y director Arnaldo André tuvo que ser internado de urgencia en un hospital de Mar Del Plata debido a la enfermedad herpes zóster, más conocida como la culebrilla. El problema de salud obligó a suspender este martes las funciones de la obra “Plaza Suite”.

El actor confirmó la noticia pero aseguró que no era algo de gravedad. «Estoy muy bien. Desde el jueves tengo la famosa culebrilla y estoy medicado. No he sufrido dolores pero sí un decaimiento fuerte que he ido superando. Ayer, ante la falta de fuerza total de mi brazo derecho llamé a mi médico de Buenos Aires y me sugirió que viniera a un neurólogo en Mar del Plata», contó.

El herpes zóster es una enfermedad causada por el virus de la varicela zoster, el mismo que causa la varicela. Aunque es más común en personas mayores de 50 años de edad, cualquier persona que haya tenido esta enfermedad está en riesgo.

Esto es debido a que después de padecer la varicela, el virus permanece en el cuerpo y puede no causar problemas durante muchos años. Pero a medida que se envejece, puede reaparecer como herpes zóster.

La culebrilla no es contagiosa, salvo que se tenga una erupción, mediante la cual se puede transmitir el virus si alguien nunca tuvo varicela. Se propaga a través del contacto directo y no por el aire, con lo cual la prevención es más fácil de llevar a cabo.

Los primeros signos incluyen ardor o dolor punzante y hormigueo o picazón, generalmente en un lado del cuerpo o la cara. Las erupciones o ampollas se presentan entre una y dos semanas después. Los científicos desconocen la razón exacta por la que el virus de la varicela se reactiva en algunas personas y en otras no, pero se estima que una de cada cuatro personas tendrá al menos un episodio de herpes zóster durante su vida, según información del Servicio de Salud Pública de Reino Unido.

Si la culebrilla aparece en la cara, puede afectar la vista o el oído. El dolor de la culebrilla, que puede ser leve o severo según el caso, llega a durar semanas, meses o incluso años después de que las ampollas sanen. Algunas personas también presentan fiebre, dolor de cabeza o fatiga, como fue el caso de André.

No hay cura para el herpes zóster. El tratamiento temprano con medicamentos que combaten el virus puede ayudar, tanto para la enfermedad en sí como para prevenir el persistente dolor.

Para prevenir la aparición de la enfermedad o disminuir sus efectos, existe una vacuna, la cual se recomienda para las personas de 60 años o más. En algunos casos, los médicos pueden aconsejarla a pacientes de entre 50 a 59 años. En nuestro país, se encuentra disponible desde el año 2014. Fue aprobada en su momento por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) para ser usada en adultos de más de 50 años.

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