Le costó. No pudo armar sociedades. Y en las chances que generó su definición fue defectuosa. Pero Paulo Dybala no se dio por vencido y luchó hasta la última pelota. Por eso, tuvo una sonrisa en el final, cuando anotó de zurda el gol con el que Juventus le ganó a Lazio en el Olímpico de Roma por la Serie A.
El árbitro Luca Banti había adicionado tres minutos. Y fue en esos últimos segundos que el cordobés peleó una pelota y, desde el piso, sacó el zurdazo que se convirtió en el 1-0. Luego, el juez agregó dos minutos más y fue cuando Allegri sacó a Dybala para poner a Giorgio Chiellini y hacer pasar el tiempo.
Dybala, que volvió al ruedo en el clásico con Torino (1-0) ingresando desde el banco de suplentes, fue titular en el equipo de Massimiliano Allegri y terminó siendo la llave que abrió un partido que parecía cerrado y en el que poco habían hecho tanto Juventus como Lazio para merecer la victoria.
«No sabía si debía jugar los 90 minutos, era mi primer partido como titular y el miércoles tendremos un partido importante de Champions, pero me sentí bien y se lo dije a Allegri. ¿Si alcanzará con esta Juve contra el Tottenham? Pienso que no: hoy vencimos físicamente, pero debemos mejorar desde el punto de vista técnico y ser más agresivos», analizó el cordobés.
No era un partido sencillo. Lazio, desde el tercer puesto de la tabla, lo miraba amenazante. Y Napoli esperaba ese resultado desde su casa, donde juega más tarde frente a Roma.
Lazio no se mostró golpeado por la derrota por penales del miércoles frente a Milan en una de las semifinales de la Copa Italia. Le ofreció resistencia a Juventus, que por momentos dominó un partido de escasas situaciones de gol.
Juventus extrañó al Pipita. Generó poco peligro y la mejor oportunidad que tuvo sucedió a los 9 minutos, mediante un cabezazo de Mario Mandzukic, pero la pelota se fue alta. La respuesta del local llegó a través de Milinkovic-Savic, quien en dos oportunidades exigió a Buffon. En el segundo tiempo, se invirtieron los roles y Lazio intentó, sin éxito, lastimar de contra.
Fue Dybala el que no desaprovechó su oportunidad y aún cuando no había generado el fútbol que se espera de él, sacó un conejo de la galera en la agonía del partido y selló la suerte de Juventus y de Lazio. Túnel al brasileño Luiz Felipe y toque de zurda cayéndose ante la marca de Marco Parolo para dejar sin opciones al ateniense arquero Thomas Strakosha, que llegó a tocar la pelota, pero no logró impedir la caída de su valla
Juventus, que debe un partido postergado por nieve con Atalanta, se puso a un punto del líder y acecha esperando dar el zarpazo en la recta final de un campeonato cuyo título parece destinado a definirse entre ambos equipos. Los de Turín, además, sumaron su trigésimo segunda victoria en Serie A en el Olímpico frente a Lazio, que ganó en 24 ocasiones (los otros 18 partidos terminaron empatados) y no festeja ante ese rival desde fines de 2003 (2-0)
Y ya piensa en el duelo del miércoles: la revancha del cruce de octavos de final de la Liga de Campeones frente a Tottenham en Londres (en la ida igualaron 2 a 2). Se espera para entonces la vuelta de Gonzalo Higuaín.
Clarín