Aseguran que los nuevos aranceles de Trump pueden dañar la economía mundial

Los aranceles a la importación de acero y aluminio anunciados esta semana por el presidente de EE UU, Donald Trump, pueden «causar daños no solo fuera de Estados Unidos, sino también a la economía estadounidense». Esta es la advertencia lanzada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que incluye también como posibles sectores de EE UU afectados el de la fabricación y construcción, «principales usuarios de aluminio y acero», indicó el portavoz del fondo, Gerry Rice.

 

«Nos preocupa que las medidas propuestas por EE UU amplíen de facto las circunstancias en las que los países utilizan la lógica de la seguridad nacional para justificar restricciones de importación más amplias», agregó Rice. El organismo financiero alentó además al Gobierno estadounidense y a sus socios comerciales a trabajar «de forma constructiva en reducir las barreras comerciales y resolver los desacuerdos» sin recurrir a lo que consideró «medidas de emergencia».

 

Tras anunciar que esta semana que viene firmará la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de acero y del 10% a las de aluminio, Trump no aclaró si habría excepciones para algunos aliados como los países de la UE o Canada, el mayor proveedor de aluminio y de acero a EE UU. Sin embargo, un funcionario de la Casa Blanca zanjó las dudas al asegurar que Trump les «dejó claro que los aranceles serían generales, sin exclusiones» a ningún país.

 

El anuncio, que Trump había comentado tanto durante la campaña electoral como desde su llegada a la Casa Blanca dentro de su agenda de agresivo nacionalismo económico, también ha generado inquietud entre los legisladores de su propio partido, el Republicano.

 

Los países temen una guerra comercial

 

Además, las reacciones no han parado de sucederse desde el pasado jueves. Desde países como Alemania o Japón —que en 2017 exportó unos 1,78 millones de toneladas de productos de acero a Estados Unidos y es el séptimo mayor exportador—, a organismos como la Comisión Europea han mostrado ya su «total rechazo» a esta imposición de aranceles y temen también que esto afecte al sistema de comercio mundial.

 

Según el Gobierno alemán, estas medidas «afectarán sensiblemente» al sector del acero y aluminio en ese país, avanzó este viernes el portavoz Steffen Seibert, quien destacó que la canciller alemana, Angela Merkel, ya había abordado esta cuestión «repetidamente» con el líder estadounidense y «dejado suficientemente claro» cuál era su parecer al respecto. «Un ataque generalizado por parte de Estados Unidos afectaría con mayor fuerza precisamente a nuestras exportaciones y puestos de trabajo», lamentó, por su parte, el ministro de Exteriores alemán, Sigmar Gabriel.

 

Para el presidente de la Confederación Alemana de Cámaras de Industria y Comercio (DIHK), Martin Wansleben, el anuncio de Trump «crea una considerable incertidumbre a las empresas alemanas» y «costará millones a la economía» de este país. Según Wansleben, las «tendencias proteccionistas» con las que Estados Unidos asume también posibles violaciones de las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), son «perjudiciales para el comercio mundial». Esto podría hacer tambalear a todo el sistema de comercio mundial y existe el peligro de que otros sigan el ejemplo y «continúen socavando el sistema de la OMC en perjuicio de todos», advirtió.

 

En la misma línea se ha posicionado la Federación japonesa del Hierro y el Acero, que ha advertido en una carta a Trump de la guerra comercial que podría desatar esta imposición de aranceles. Su presidente, Kosei Shindo, expone en la misiva que «es probable que las acciones estadounidenses creen una reacción en cadena que afecte no solo al acero, sino a otros productos que tienen implicaciones en la seguridad nacional, y que otros países adopten medidas parecidas bajo pretextos similares».

 

Otra de las reacciones más inmediatas ha venido por parte del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que insistió en que la UE «se defenderá» ante la imposición de aranceles y establecerá aranceles a productos estadounidenses, como las Harley-Davidson, el Bourbon y los Levi’s.

 

En este sentido, Juncker reconoció que le habría gustado no verse obligado a ello, pero consideró que la UE «no puede quedarse impasible» viendo cómo regiones industriales se debilitan y desaparecen decenas de miles de puestos de trabajo. «Europa debe defenderse y se defenderá», garantizó.

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