Historia de vida: seis hermanos misioneros se encontraron después de 30 años sin conocerse

Llegó a la redacción de Misiones Online la historia de una mujer que fue dada en adopción a días de haber nacido y después de más 20 años descubrió que no solo que era adoptada sino además  tenía 5 hermanos en Misiones. Una familia que se reencontró y superó las distancias, el tiempo y las adversidades.

“Cuando mi Mamá biológica Lurdes Da Concepción me tuvo me dio en adopción a la familia Mosqueda, mi papá que me crió y dio su apellido Julio Mosqueda y mi mamá Catalina Rodríguez. Vivíamos en San Vicente, Misiones y para que no haya problemas en el hospital me anotaron en Aristóbulo del Valle”, comienza así el relato de Viviana Mosqueda , quien luego de varios años pudo cerrar un capítulo en su vida.

“De ahí nos fuimos a vivir a Candelaria unos años hasta que mis padres deciden mudarse a Cerro Cora, donde crecí. Cuando tenía diez años regresamos a Candelaria nuevamente”.

“Mi papá era camionero y mi mamá cocinera de la escuela 698 Sarandí histórico. También tengo una hermana adoptiva Rosa. Cuando cumplí 15 años a los pocos meses fallece mi mamá (adoptiva) y mi papá entra en estado de depresión y se larga a la bebida, mi hermana y yo seguimos juntas, ella me cuidó hasta donde pudo ya que tenía su bebé muy chica y debía cuidar de ella”.

Un futuro que comenzó incierto

“Trabajé en casas de familia hasta que cumplí mis 18 años y me fui al sur (Río Gallegos) engañada por una familia vecina que me dijo que allá había trabajo y ganaría bien. Yo acepté ir y no era lo que me dijo mi vecina. Por suerte uno puede elegir el camino fácil o el más complicado y trabajar. Allá estuve unos años hasta que unas vacaciones vuelvo a Candelaria a visitar a mi familia y llega un primo de mi mamá adoptiva y quiere conocerme. Yo hasta entonces no sabía nada y no le di importancia. Pasan dos años y hablando con la comadre de mi papá me pregunta ¿no encontraste todavía a tu mamá? yo le respondo mi mama falleció, pero me dijo que esa no era mi mamá, tu mamá biológica se llama Lurdes y vive en San Vicente», una dato revelador y el disparador de una historia que comenzaba a tener sentido. «Me levanté de la silla y fui corriendo a la casa de mi madrina a contarle. Y me dice es mentira no hagas caso. Pero yo no me quedé quieta empecé a investigar y recordé la visita del familiar y fui a su casa y me contó mi historia que tengo cinco hermanos”.

Así comenzó una nueva vida para Viviana, ahora se rencontró con sus cinco hermanos biológicos, Jorge el mayor, José Luis, Ramona, Luis y Aníbal, todos viven en San Vicente. “Me pasan el número de Aníbal, el menor y hablo con él, tenía una mezcla de tristeza y alegría, organizamos para vernos”

Ahora que los seis hermanos se juntaron, continúan manteniendo ese lazo,  “desde entonces siempre nos hablamos por teléfono ya que ahora estoy viviendo en Buenos Aires y no viajo mucho a Misiones”

En cuanto a su mamá biológica, Viviana tomó la decisión de no conocerla, aún, “a mi madre no quise verla”.

 

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