¿Cómo se detectó la ameba come cerebros y cuáles son sus síntomas?

Su nombre científico es Naegleria fowleri y vive en lugares de agua dulce templada.  Hace uno año el parásito se cobró su primera víctima en el país. ¿Cuáles son los síntomas?

La Naegleria fowleri, más conocida como la “ameba come cerebros”, es un parásito que vive en lugares de agua dulce templada y que al ingresar al cuerpo humano se alimenta del tejido cerebral.  Naegleria no «nace» en aguas dulces, sino que puede vivir y desarrollarse allí, no nace de la nada.

Esta semana se pudo confirmar que este parásito se cobró la vida de un niño de 8 años que vivía en la localidad bonaerense de General Alvear. El hecho ocurrió en 2017, pero recién ahora se conocieron las causas del deceso.

Este parásito produce una enfermedad que se denomina meningoencefalitis amebiana primaria (MAP). Nunca antes, había fallecido una persona en el país a causa de este mal.

Sixto Raúl Costamagna, doctor en bioquímica y expresidente de la Asociación Parasitológica Argentina (APA), se comunicó con Misiones Online y explicó algunas cuestiones referidas al párasito y cómo se detectó en el paciente que luego perdió la vida.

«El diagnóstico se hizo inmediatamente, con el niño en vida, hace más de un año. El Bioquímico de Junín me consulta y por WhatsApp le pido que me envíe un video filmado con celular de lo que veía al microscopio. Le doy dos alternativas y una de ellas era Naegleria fowleri, por lo cual era imprescindible comenzar el tratamiento para la misma ya que es muy agresiva. Así se hizo mientras me enviaban el Líquido cefalorraquídeo (LCR) del paciente (a quien ni conocí ni se cómo se llamaba). Al día siguiente ya estaba el LCR en la cátedra de Parasitología Clínica de la Universidad Nacional del Sur (donde yo trabajaba hasta fin de febrero 2017 ya que luego me jubilé). Se sembró y a las 48 horas estaba el diagnóstico de Naegleria fowleri. En esos momentos trasladaban el niño a Buenos Aires y lamentablemente fallece (hay que remarcar que más del 95% de los casos son fatales, pese al tratamiento). Posteriormente, hacemos una prueba molecular (PCR) de la Naegleria aislada y se confirma el diagnóstico. Queda claro entonces: la importancia de la tecnología para interconsultas, incluidas la microscopía y luego que el diagnóstico y tratamiento se hizo en tiempo y forma ya hace más de un año».

» La viralización de la noticia ocurre ahora, que es otra cosa, debido a un reporte de la Sociedad Internacional de enfermedades infecciosas (ISID) porque toma la información del Libro de resúmenes del XXIV Congreso Latinoamericano de Parasitología, realizado en Chile en diciembre pasado, donde yo presento el aislamiento (caso y agua de la laguna) ante mis pares. No hubo nuevos casos, no se transmite de persona a persona y se adoptaron las medidas preventivas en el área de la laguna donde el niño se había bañado. En la misma laguna se puede seguir realizando actividades náuticas, excepto bañarse, ya que nosotros, hace un año, también la buscamos en el agua de la laguna donde el niño se bañó y la aislamos».

“Es probable que puedan aparecer (o no), más casos en Argentina, simplemente hay que conocer y difundir este caso para prevenir nuevos, especialmente en zonas húmedas y calientes (mesopotamia argentina). Otros casos que están «apareciendo» son y fueron producidas por otras Amebas de Vida Libre (AVL) que estarían emparentadas con Naegleria pero que son diferentes; lo único en común es que son de «vida libre» aunque algunas especies pueden actuar como parásitas del hombre o animales”

 

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