Según comentó Marianela Wurfeld, la madre denunciante, el hombre se llevó a la pequeña de tres años el viernes pasado y ahora le envía mensajes extorsivos: «Él es una persona violenta, recibo amenazas constantes porque está obsesionado con estar conmigo».
Marianela Wurfeld, Radio Libertad
El viernes pasado, Marianela Wurfeld le abrió la puerta de su casa a su ex pareja, Emanuel Ramón Bolaño, sin saber que esa sería la última vez que vería a su hijita de tres años, Chloé Yazmín Wurfeld. A pesar de estar separados hace un año luego de varias denuncias por violencia de género, la joven posadeña había acordado de palabra con el hombre la posibilidad de que visita y se lleve a la nena cuando quisiera.
Esa tarde, el padre de la pequeña le dijo que el lunes se la devolvería. Aunque todo cambió: según denunció la mujer, Bolaño secuestró a la nena y ahora la amenaza con que no volverá a verla a menos que ella decida retornar a su lado.
«Ya no sé más a quién más recurrir. Las autoridades no me hacen caso, temo por mi vida y la de mi hija. Hace una semana no sé nada de ella, no la veo», explicó la joven a Radio Libertad, al tiempo que agregó: «Él es una persona violenta, recibo amenazas constantes porque está obsesionado por estar conmigo. Me dice: ‘Si volvés conmigo, vas a ver a tu hija’. Yo temo por mi vida porque ya me intentó atacar: tengo amenazas y denuncias de violencia, pero la Justicia no hace nada, me dice que las amenazas son hacia mí, pero que mi nena no corre peligro», ya que está con su progenitor.
Respecto al posible paradero de su hija, Wurfeld especuló que, si bien él le dice que se fueron a otro lugar, para ella «están acá en Posadas, porque el DNI y la partida de nacimiento los tengo yo, la nena tiene mi apellido».
Respecto a la relación que la vinculó con el hombre, de la cual es producto Chloé, comentó que «hace un año» están separados: «Intenté volver, intenté estar bien de mil maneras, hubo un botón de pánico que a mí no me sirvió porque el tipo me siguió molestando, hubo denuncias de restricción. Tengo todas las denuncias y pruebas y ni así».
A pesar de todos esos episodios, la madre jamás impidió que Bolaño viera a la nena: «Nunca tramitamos ningún régimen de visitas. Lo que yo hice mal fue llegar a un acuerdo de palabra con él: varias veces se llevaba a la nena y me la traía, pero el día viernes se la llevó -con mi consentimiento- y me dijo que el lunes la traía. El sábado me mandó un mensaje, obsesionado para salir a tomar un helado con ellos, y yo le dije que no, que de ninguna manera».
A partir de ese momento, el tono de propuesta mutó en amenaza, por lo que la mujer se acercó a Itaembé Miní, donde su ex pareja vive junto a su madre: «Cuando fui a buscar a mi nena, él salió con una picana, me atacó y salió a correr con mi hija. A todo esto no me quieren tomar la denuncia en la Comisaría de la Mujer porque la tenencia es compartida».
En medio de la desesperación que posee la mujer por intentar recuperar a su hija, «él manda audios, le hace mandar audios a la nena insultándome, diciéndome cosas feas. Pero no me deja hablar con ella».
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