Recorriendo Madrid y Rueda, la cuna del Verdejo en España

El viaje tenía como objetivo la gira de presentación de mi nueva publicación, “El Libro de la Yerba Mate” versión en español, una edición exclusiva para el mercado de España a cargo de la editorial Batiscafo.

La agenda me marcaba una charla y presentación en el Café del libro “La Buena Vida”, ubicada muy cerca de la Ópera de Madrid.

Esta gira estaba auspiciada por la marca de yerba mate Maravillas del Mundo, un blend que habíamos creado junto a la Cooperativa Piporé, para conmemorar a las Cataratas del Iguazú como una de las 7 Nuevas Maravillas del Mundo.

Al llegar a Madrid, me hospedé en un hotel muy cerca de la Plaza del Sol, y de la Opera. Tenía un día libre, así que me dediqué a visitar la ciudad, que siempre tiene algo nuevo para entregarte.

Madrid es un municipio y ciudad capital de España. La localidad, con categoría histórica de villa, es también la capital de la Comunidad de Madrid. También conocida como la Villa y Corte, es la ciudad más poblada del país. En el plano económico, es la cuarta ciudad más rica de Europa, tras Londres, París y Moscú.

El punto cero de Madrid está ubicado en la Plaza del Sol, y desde ahí se puede comenzar el recorrido por la ciudad.  Muy cerca de allí, está el restaurante Botín, bajando desde la Plaza Mayor por la calle Cuchilleros. Es el restaurante más viejo del mundo, según los Guinness.

 

La historia data de 1561, cuando el rey Felipe II ordena el traslado de la Corte a la ciudad de Madrid. Tras la muerte de Felipe II, Madrid siguió creciendo, a pesar de que su sucesor, Felipe III, trasladó temporalmente la Corte a Valladolid. Se tiene constancia de la existencia del edificio, que hoy alberga Botín, justamente en esa época, concretamente en 1590.  En 1606 la Corte vuelve a Madrid, y en 1620, con la reforma efectuada en la Plaza Mayor (antigua Plaza del Arrabal), la zona se convierte en el principal enclave comercial de la ciudad: zapateros, curtidores, cuchilleros, latoneros, herradores.

Las calles de la zona adoptaron el nombre de los oficios que en ellas se ejercían: Ribera de Curtidores, Plaza de Herradores y, cómo no, Calle Cuchilleros. Es en una de estas calles donde estableció su negocio un cocinero francés llamado Jean Botín, que llegó a Madrid junto con su esposa, de origen asturiano, con la intención de trabajar para algún noble de la Corte de los Austrias.

En 1725, un sobrino de la esposa de Botín abrió una pequeña posada en la calle Cuchilleros y realizó una reforma en la planta baja del edificio, cerrando los soportales existentes. Ha quedado constancia de la fecha en una piedra de la entrada. De esta fecha data también el horno de leña de la Casa, que aún hoy sigue atrayendo a los comensales con sus tentadores olores.

 

Había realizado con tiempo una reserva para almorzar en este emblemático lugar. Mi menú consistió en una entrada de jamón ibérico de bellota, y morcilla de Burgos (morcilla rellena con arroz y doradas en un sartén),  luego de plato principal elegí el clásico cochinillo, acompañado por un vino Pesquera Crianza 2012, de la zona de Rivera Del Duero.

Al día siguiente era la presentación de mi libro, pero no podía despedirme de Madrid sin almorzar un “Cocido Madrileño” en el restaurante “Taberna Pompeyana”.

El cocido madrileño es uno de los platos más representativos de la cocina madrileña. ​ Consiste en un guiso cuyo ingrediente principal son los garbanzos y los secundarios, aunque con gran protagonismo, diversas verduras, carnes y tocino de cerdo con algún embutido. Su origen es humilde y era consumido inicialmente por clases más bajas, ​ llegando poco a poco a la alta sociedad debido a su inclusión en los menús de los restaurantes. Nada mejor que comerlo en la barra, tomando una sidra tirada, maridaje clásico en esta ciudad.

 

Al día siguiente partí en un tren rápido hacia Valladolid. Es un municipio y una ciudad española, situada en el cuadrante noroeste de la península ibérica, capital de la provincia de Valladolid y sede de las Cortes y la Junta de la comunidad autónoma de Castilla y León.

Desde ahí me dirigí a  la zona vitivinícola de Rueda donde me esperaban los propietarios de la bodega Menade.  Ellos se dedican a la producción de vinos orgánicos y naturales, donde se destaca el vino blanco de la uva Verdejo. Haciendo un poco de historia sobre esta uva, podemos decir que La verdejo blanco, o simplemente verdejo, es una uva blanca de España. Es producto de un cruce entre la traminer (también conocida como savagnin) y la castellana blanca. Está presente, sobre todo, en la comunidad de Castilla y León.

La siguiente región donde hay más verdejo es Extremadura, seguida por Castilla-La Mancha. Hay pequeñas cantidades plantadas en Asturias, Cataluña y Murcia. ​

Durante muchos años la preferencia de los consumidores por el tinto relegó a buena parte de los cultivos de verdejo a su vinificación para vinos a granel. No obstante, en los años 2000 aumentó la preferencia del público español y del norte de Europa hacia los vinos blancos y esto hizo que se desarrollasen mejores ejemplares con esta variedad. ​ La uva verdejo está muy extendida en la zona de la Denominación de Origen (DO) Rueda (que se enmarca en las provincias de Valladolid, Segovia y Ávila), donde se adaptaba bien a los suelos arenosos cubiertos con cantos rodados.

 

Una vez en el lugar, me hospedé en el hotel “Casa Lola” posee habitaciones modernas y acogedoras. También un ascensor para subir un solo piso, considerado un lujo, para un hotel asentado en un pueblo de 1300 habitantes.

Este hermoso hotel “Casa Lola”, tiene un bar abierto casi las veinticuatro horas, donde los lugareños llegan cerca de las 11hs am para comer su montadito de jamón ibérico o bien un montadito de queso de oveja (bocadillo a base de pan) acompañado de una caña (vaso pequeño de cerveza tirada), solo para despuntar el vicio y poder seguir la rutina. También este lugar sirve almuerzos y cenas, con platos sabrosos y bien elaborados. Posee una bodega de vinos, donde te podes encontrar con etiquetas de diferentes países, algo que me llamó la atención.

Luego de un descanso, me pasó a buscar Alejandra Sanz, propietaria de Menade junto a sus hermanos Richard y Marco. Ellos vienen de una familia muy prestigiosa en la zona, elaboradores de vinos desde 1870, y herederos de la famosa bodega Sanz de su padre. Ahora manejan un proyecto familiar distinto, donde se destaca el Verdejo de calidad.

Una vez en la bodega con Alejandra nos dispusimos a recorrer primero los viñedos, para entender desde el suelo, el concepto de Menade.  Sus vinos son orgánicos y naturales, tarea que está a cargo de Marco. Quien nos contaba que en Menade sustituyen los tratamientos químicos por otras técnicas naturales, como infusiones de plantas (ortigas, canela) o suero de leche, que son más respetuosos con el suelo, la vid y las levaduras.  Lejos de ser enemigos, los insectos que pueblan el viñedo de Menade son fieles aliados para la prevención de plagas. Primero se atraen con extractos aromáticos para que actúen como depredadores y después descansar en sus ‘hoteles’, unos jardines de polinización repletos de plantas aromáticas donde insectos y reptiles viven en armonía.  El ecosistema de las fincas se completa con una serie de arbustos y árboles móviles con el fin de mejorar la biodiversidad que puebla el viñedo. Un jardín poliespecífico con más 40 especies de Castilla y León que está vivo todo el año da la bienvenida a la bodega.

Alejandra tiene la tarea de la exportación, y comercialización de los vinos de esta hermosa bodega.  Con ella y Richard realicé una cata completa de los vinos de la bodega, para tener una idea de las propuestas y la expresión del suelo para el Verdejo, que es la cepa emblemática de la zona D. O. Rueda, Valladolid.

Luego de la cata, fuimos a almorzar y también a recorrer las cavas subterráneas de la familia, que datan de muchos años atrás, donde la bodega mantiene sus barricas con los vinos de crianza.

Después debía seguir mi viaje, pero sin antes sentir que pronto volvería a degustar estos maravillosos vinos blancos de Rueda.

 

Hasta pronto!

 

 

(*) Sommelier

www.karlajohan.com.ar

 

 

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