«Mi cliente está 100% convencido de que no provocó la muerte de Pérez Volpin», dijo el abogado del endoscopista

El abogado de Diego Bialolenkier, el médico gastroenterólogo a cargo de la endoscopía que se le realizaba a Débora Pérez Volpin el martes pasado cuando se descompensó y, en pocos minutos, murió, dijo: «Mi cliente está 100% convencido de que no causó esa muerte».

Horas después de asegurar que la periodista y legisladora «no era una persona sana», el abogado Roberto Churba, señaló: «Ninguna persona sana queda internada. Si vos estás bárbara, ¿te vas a La Trinidad? La paciente entra con una dolencia. No estoy diciendo que esa dolencia justifica su deceso. Saber si el deceso es o no una consecuencia lógica de su patología será algo que surgirá de la autopsia completa».

Cuando le preguntaron qué patología padecía Pérez Volpin al momento de que Bialolenkier le practicara la endoscopía, Churba respondió: «Me nombraron el viernes, por lo que aún no tuve acceso a la historia clínica, que es parte del expediente. Desde La Trinidad dicen que padecía hepatitis y un cuadro abdominal. Ella fue a la guardia y la dejaron internada para hacerle estudios: una persona sana no va a la guardia».

Nélida Inés Puente, la anestesióloga del procedimiento en el que, según trascendió, Pérez Volpin habría padecido un descenso abrupto de la saturación de oxígeno y un paro cardiorrespiratorio, se presentó ante la justicia apenas después de que Enrique Sacco, periodista y pareja de la legisladora, presentara una denuncia para que se investigara su muerte.

Bialolenkier, en cambio, no lo hizo enseguida pero ya completó ese paso: «Se puso a derecho: constituyó domicilio y le dijo a Su Señoría ‘Acá estoy’. La diferencia es que al no hacerlo antes de la autopsia, no participó un perito por su parte», sostuvo Churba, y sumó: «Todavía no hay delito, entonces no hay imputaciones criminales. Cuando termine la autopsia se va a analizar si hubo alguna acción u omisión médica que pudo haber influido en las causas de muerte».

Y agregó, «No tengo ninguna hipótesis sobre lo ocurrido, y tenerla hasta no tener los resultados de la autopsia desinforma», enfatizó Churba. Según contó, su cliente «se tomó unos días porque lo estaban sometiendo a un escarnio sin que nadie sepa a qué se debió el fallecimiento». Churba insistió en que Bialolenkier «no tuvo problemas para acceder con el endoscopio hasta el órgano que debía estudiar, y cuando estaba en condiciones de explorar ese órgano, le avisan que la paciente estaba descompensada».

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