Dar con una solución real

«Es hora de que empecemos a tomar distancia, miremos desde diferentes ángulos los problemas y reconozcamos que la soluciones vienen de abordajes más integrales. Muchas veces, dentro de nuestras empresas no siempre contamos con la mirada más objetiva. En este sentido las consultoras que trabajan de manera integral, mirando a la organización como un todo, cumplen un rol fundamental a la hora de acompañar procesos de cambio», reflexiona Sol Jouliá (*) en su columna mensual.
Cuando buscamos resolver una necesidad empresarial unilateralmente, es decir, prestando atención a un sólo aspecto, perdemos tiempo, dinero, y esfuerzo.
Por ejemplo, observamos que bajan las ventas y pensamos inmediatamente que la solución es invertir en publicidad. Lo hacemos, aparecen dos, tres, cuatro clientes nuevos y a la semana seguimos teniendo el mismo problema. ¿Qué pasa? nos preguntamos, y con el mismo ímpetu que definimos sacar avisos en los medios, llegamos a la conclusión de que la inversión fue inútil porque las ventas siguen igual.
Esta manera lineal de abordar los problemas la aplicamos en todos los ámbitos de nuestra vida, la mayor parte del tiempo. Vamos al médico con dolor de cabeza, y salimos contentos con la pastilla. Pero su efecto nos dura un par de horas ya que al primer alarido que damos, otra vez tenemos la cabeza a punto de explotar.
Como no es suficiente, a la noche del mismo día, insistimos yendo al gimnasio y pretendemos en dos o tres clases tener el físico ideal.
¿Es posible tapar el sol con las manos? no, de ninguna manera.
Lo mismo sucede con nosotros y nuestras pseudo soluciones, que son parches a problemas de larga data. Y así como el dolor de cabeza depende más de nuestra actitud serena ante los conflictos y las circunstancias inesperadas; así como el físico se resiente cuando nos atragantamos y bebemos hasta no dar más, en vez de alimentarnos y beber moderadamente… así también sucede con nuestra empresa.
Es hora de que empecemos a tomar distancia, miremos desde diferentes ángulos los problemas y reconozcamos que la soluciones vienen de abordajes más integrales. Por otra parte, así como vamos al médico, o tenemos un profesor de gimnasia, así también dentro de nuestras empresas no siempre contamos con la mirada más objetiva. En este sentido las consultoras que trabajan de manera integral, mirando a la organización como un todo – hacia adentro y hacia afuera – cumplen un rol fundamental a la hora de acompañar procesos de cambio.
Cuando queremos vender más, la primera acción – no reacción – debería ser ofrecer el doble del servicio que estamos ofreciendo hoy. Cuando queremos que nos compren, deberíamos pensar qué ofreceremos de diferente, cómo lo ofreceremos, qué espacio de comodidad daremos, cuánto confort encontrarán al llegar.
En vez de querer tapar el sol con las manos, miremos hacia adentro, cambiemos verdaderamente nosotros primero. Demos el 100% con ganas, pasión, apertura y respeto. Por que si lo hacemos de verdad, así como usted y yo jamás cambiaríamos al médico que nos escucha para ayudarnos a sanar, o al profesor que nos alienta para entrenar, así también a su empresa la elegirán. Avancemos primero adentro, y demos una solución real.
(*) Directora Ú Consultora, Trainer en PNL, Coach

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