El jefe de Gabinete se expidió respecto a una eventual reforma laboral y consideró que, más allá de la modalidad de aplicación, el compromiso está puesto en «generar más puestos de trabajo, formalizar a los trabajadores que están en la informalidad y generar capacitación para los empleados de hoy».
En un clima enrarecido por la falta de certezas acerca de cómo se aplicaría la reforma laboral que pretende el gobierno de Cambiemos, finalmente todo indica que darán marcha atrás respecto a la idea inicial de realizarla a través de un solo proyecto de ley y toma fuerza la posibilidad de hacerlo a través de varias nomas.
No obstante, el jefe de Gabinete Marcos Peña le restó importancia a la cuestión de cómo se llevaría a cabo y apuntó directamente al contenido: «No es que haya una ley de reforma laboral o varias, sino que avancemos para que haya un blanqueo laboral para que los trabajadores informales puedan ingresar al mercado laboral».
En ese sentido, agregó que «las reformas que hay que hacer en el mercado laboral para generar más puestos de trabajo, para formalizar a los trabajadores que están en la informalidad y para generar capacitación para los empleados de hoy, y para los que pueden estar excluidos en el futuro, son un trabajo de todos los días».
Esa óptica incluye, además, a los acuerdos sectoriales, la Ley de ART, la reforma de Ganancias y la nueva reforma triburaria.
Respecto a la génesis del proyecto de reforma laboral, el funcionario recordó que «dentro de estas discusiones había un conjunto de iniciativas que, fruto de un consenso que se había logrado con la CGT, se habían hablando y empaquetado dentro de una misma norma».
De todos modos, Peña relativizó la importancia a la idea inicial, ya que en definitiva el Congreso decidirá la cuestión «en el debate de los consensos parlamentarios. Todos tenemos minorías, con lo cual tenemos que sentarnos a una mesa, para ver si es mejor que ese conjunto de normas sean varias leyes separadas o sea una ley conjunto. Lo importante es entender esa idea del reformismo laboral, que va más allá de una sola reforma laboral. No hay una sola reforma, en la Argentina, que sea ‘sacamos una ley y ya cambiamos el tema’. Todo requiere trabajo, requiere diálogo, implementación y seguimiento y eso va a seguir haciéndose»
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