Multan a una madre por insultar a una maestra en un grupo de WhatsApp

Fue en Vigo, España. La madre había mandado un mensajito en contra de la maestra al grupo, y termnió en los tribunales. La multaron con 630 euros.

Los grupos de WhatsApp formados por «los papis» de los alumnos de un colegio se pueden convertir en fuente de conflicto con los profesores. Una madre de un niño de primaria del colegio Carrasqueira en Vigo, España, se metió en problemas legales por los comentarios que realizó en el chat sobre una maestra de su hijo.

Allí, la señora scribió que la maestra en cuestión había zarandeado al niño y le había mordido las galletitas de la merienda. La fiscalía pidió para ella 1.600 euros por difamar a la docente, una sanción rebajada porque la afectada está en paro y no tiene ayudas asistenciales.

El mensaje trascendió a la dirección de la institución dos semanas después, y la autora fue citada para aclarar el incidente. Según su versión, allí mismo le pidió perdón a la profesora agraviada. Además se comprometió a retractarse en el chat. Según ella, «muchos padres» están de su parte, pero «tienen miedo a hacerlo público».

Ante lo ocurrido, no hubo acuerdo en el acto de conciliación, que se celebró posteriormente en el juzgado, y la profesora, considerando insuficiente la disculpa pública, la demandó. «Creí lo que mi hijo me contaba y no me pareció grave decírselo a otros padres», declaró ante la juez, insistiendo en que su intención no era ofender a la maestra.

La profesora, que lleva nueve años impartiendo clase en ese colegio, explicó en el juicio que las difamaciones vertidas contra ella «rompieron la magia creada en clase con los niños». Admitió que jugaba con ellos «al monstruo de las galletas» en las sesiones de la merienda, «para incentivar los sentidos de los pequeños, como el tacto o el olfato», justificó. Pero al difundirse el mensaje de la acusada, pasó a ser el «monstruo del chorizo», relató entre sollozos.

Al final, el juicio se celebró y la razón se la llevó la maestra. La «mami», tendrá que pagar 630 euros de multa, y una indemnización simbólica de 1 euro por verter comentarios ofensivos contra una profesora de su hijo en un grupo de WhatsApp de padres de la clase.

El fallo se fundamenta en que “las expresiones son ya objetivamente ofensivas y suficientemente graves para considerar menoscabada la dignidad y el honor de la perjudicada, que la claridad de las expresiones excluye la posibilidad de que la acusada no fuera consciente de su significado, dado el contexto en que se profieren” y subraya la falta de rectificación tanto en el propio WhatsApp, como en la conciliación y en el juicio por parte de la madre.

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