La mujer del sindicalista preso en Punta del Este por lavado dinero es posadeña y también está entre rejas

Mucho ruido hizo la detención del sindicalista platense Marcelo Balcedo (54), arrestado por presunto lavado de dinero en Punta del Este. Ahora se conoció otro detalle de su exótica vida: estaba en pareja con una misionera, la posadeña Paola Marina Fiege (33).

La mujer, quien creció en la zona de Villa Cabello, también fue arrestada por la Interpol. Trascendió que el amor con el gremialista nació en uno de los viajes que el hombre hizo a Misiones. Tanto amor derivó en matrimonio. Incluso Balcedo tiene entre uno de sus tantos domicilios una dirección en la avenida Roque Pérez de la capital misionera.

En Uruguay, donde pasaba gran parte del año, Balcedo era cultor del perfil bajo. Pero su mujer posadeña sí se exhibía. “Ella tiene diamantes incrustados en los dientes. Y, a veces, se tiñe la mitad del pelo rubio y la otra mitad de rosa», contó una vecina a Clarín cuando escuchó que estaban describiendo a la detenida. «Es rellenita y usa ropa de marcas internacionales de primer nivel. Igual, eso no es ser alto perfil acá. Porque en Punta del Este hay gente de mucho dinero. La casa es increíble pero por acá hay gente con más plata», sigue y agrega: «A él (por Balcedo) nunca lo vi».

«Paola siempre iba a buscar a los chicos al colegio. Si no iba ella iba el chofer. Pero el marido nunca apareció. O lo habré visto una vez», dijo la madre de un compañero del hijo del sindicalista. El hijo de Balcedo va al Instituto Uruguayo Argentino, un colegio bilingüe de Punta del Este.

«Paola es una mamá, digamos, ‘distinta’. Pero es bajo perfil al momento de decidir cuánto va a ser el colectivo (como le dicen en Uruguay a la ‘vaquita’) para el regalo de la maestra. Siempre pone lo mínimo, siempre quiere poner lo mínimo», acotó otra mujer, que la tiene en el grupo de «mamis» de WhatsApp. «Ella es muy de hablar todo el tiempo por el chat y de usar mucho las redes sociales. Además, tiene una radio en Punta del Este.»

Desde el 25 de diciembre, el Departamento de Investigación de Fugitivos (DIF) de la Dirección General de Lucha Contra el Crimen Organizado e INTERPOL estaba haciendo inteligencia para encontrar a Balcedo. Agentes uruguayos y argentinos se coordinaron con la Agencia Federal de Investigaciones (AFI). Balcedo vive ahí, no estaba de vacaciones. Pasa el tiempo entre La Plata y Uruguay. Pero no querían dar un paso en falso y esperaron la orden judicial antes de subir por ese cerro -que tiene una entrada de seguridad propia de un country de Pilar y un camino ascendente de palmeras- y detenerlo.

El matrimonio de argentinos no se resistió. Ni siquiera cuando, durante el allanamiento, las fuerzas de seguridad incautaban varias armas de fuego -una pistola Glock 9mm, un revolver CTC 38 y un fusil réplica calibre 22 marca Colt, entre otras-, municiones, 500.000 dólares, 6000 euros y dinero uruguayo, una Ferrari, un Porsche y un Mercedes Benz -entre otros autos de alta gama con patente uruguaya-, documentos y joyas. Ambos fueron llevados al Juzgado 11º y a la Fiscalía Penal 2º de Maldonado, para que les tomen declaraciones.

«Tienen hasta un zoológico allá arriba. Tiene llamas, el bicho que te imagines», remató otro vecino.

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