«No estoy preso porque saben que digo la verdad», dijo Lagomarsino

Luego de que el juez federal Julián Ercolini lo procesara como partícipe necesario del asesinato del fiscal Alberto Nisman, el técnico informático Diego Lagomarsino dijo que «buscan una forma de cerrar la causa». Además, reiteró que «pudo haber sido un suicidio inducido».

«Buscan una forma de cerrar la causa, pero no es el camino de la verdad», aseguró Lagomarsino. «Tienen que investigar a todos», pidió el asesor en informática de Nisman,al ser consultado por la prensa a la salida de su domicilio en la localidad de Martínez.

En tanto, Lagomarsino lamentó «estar procesado siendo inocente» y confesó estar «hecho mierda» y que enfrenta la situación «por la fuerza» que le dan sus dos hijos. 

Ante todos los medios, el técnico reconoció que aún no leyó el dictamen del magistrado, y que a partir de su lectura y la consulta con sus abogados, determinarán la estrategia a seguir.

«Nisman pidió armas a dos personas antes que a mí. Alberto intenta tener un arma a través de un comisario, luego de un custodio y luego me la pide a mí. La cuenta bancaria habla de la relación que Nisman tenía. Ya mostré todo», explicó. Y agregó: «¿Acaso creen que Nisman es tan pelotudo como para dejar la puerta abierta?».

Cabe recordar que en lo que supone un giro en la investigación de la muerte del fiscal Alberto Nisman, el juez federal Julián Ercolini procesó al técnico informático como partícipe necesario del asesinato del fiscal tras calificar el caso de «homicidio simple».

Por otra parte, el magistrado también procesó a cuatro custodios del fiscal de la UFI-AMIA al acusarlos de haber cometido el delito de «incumplimiento de los deberes de funcionario público» por desprotegerlo. Además, en su fallo de 656 páginas, Ercolini le trabó a Lagomarsino un embargo de $ 15 millones, le prohibió salir del país y, aunque no le dictó la prisión preventiva, dispuso que sus desplazamientos sean controlados mediante una tobillera con GPS.

Vale recordar que Lagomarsino reconoció en más de una oportunidad ser el dueño del arma de la que salió el disparo que mató al fiscal, aunque siempre sostuvo que el investigador se la había pedido prestada un día antes de aparecer muerto. Ahora, el experto informático no podrá alejarse de su domicilio declarado por más de 24 horas ni más de 10 kilómetros sin autorización del juez y deberá comparecer al juzgado cada 15 días.

El magistrado destacó en su fallo el informe pericial multidisciplinario elaborado por la Gendarmería nacional y presentado en el expediente este año, en el que se afirmó que «la muerte violenta de quien en vida fuera el señor Natalio Alberto Nisman, se trató de un homicidio». Tal como había hecho antes el fiscal del caso, Eduardo Taiano, el juez Ercolini se apoyó en el informe de Gendarmería en el que se afirmó que Nisman había sido ejecutado por dos personas pero no se hizo eco del número de victimarios establecido por la pericia.

Más temprano, antes de conocerse su procesamiento por parte de Ercolini, el propio Lagomarsino aseguró: «Tengo terror a que se cometa una injusticia». En declaraciones al canal América, el allegado al exfiscal Alberto Nisman afirmó: «Mi vida hoy está muy restringida por mí mismo. Más allá de la tobillera, no me gusta exponerme».

Laomarsino insistió en que le entregó un arma a Nisman por pedido del propio fiscal, preocupado por la seguridad de sus hijas, y dijo que para probar eso «están los llamados de Alberto (Nisman)» pidiéndole «el arma».

También reiteró que la exesposa de Nisman, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado «miente» y subrayó: «dijo que el tiro era atrás de la nuca y que la computadora es un colador, y la computadora de Nisman no era un colador».

«Alberto Nisman me cagó la vida», sostuvo Lagomarsino, quien analizó en declaraciones a radio Delta que el exfuncionario a cargo de la investigación por el atentado a la AMIA «no pensó» que lo «iba a meter en el quilombo» en el que, según dijo, lo involucró. Asimismo, subrayó: «Si voy preso me termino de romper, no hay nada peor que un inocente preso».

«Me arrepiento del quilombo en el que me metí por darle el arma a Alberto Nisman. Soy el único que existe en esta causa, por eso las fichas están puestas sobre mí. No creo que haya alguien que me quiera preso», expresó, y aseguró que «nadie» del gobierno de Mauricio Macri ni del de Cristina de Kirchner lo «contactó».

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