El caso de una anciana asesinada hallada en el cementerio de la localidad correntina de 9 de Julio conmociona a Corrientes. Pasa que murió asfixiada luego de que le introdujeran un crucifijo en la garganta.
Se llamaba Justa Valenzuela (86) y su domicilio estabaa en el populoso barrio Colombia Granaderos de la capital correntina.
Para los investigadores del caso era casi una certeza que la octogenaria fue trasladada a la fuerza en un vehículo automotor hasta aquel pequeño poblado del interior provincial, donde la encontraron con un crucifijo de más de 10 centímetros incrustado por la boca a la garganta.
Autoridades de la Fiscalía y el Juzgado de Instrucción de Goya recolectaron testimoniales y resultados de pesquisas policiales antes de librar órdenes de allanamientos.
Al menos dos de ellos fueron dispuestos que se realicen en la ciudad de Corrientes, adonde con la colaboración de la División Homicidios de la Dirección de Investigación Criminal estaban a la búsqueda de sospechosos.
El crimen fue descubierto en la mañana del miércoles 6 de diciembre. Un hombre que realiza tareas de mantenimiento y limpieza en el camposanto observó, sobre una tumba, el cuerpo de una mujer fallecida.
A simple vista, en el momento de la llegada de las autoridades policiales, todo apuntaba a una muerte de características violentas. En los brazos, rostro y cuello, las lesiones eran compatibles con una golpiza. Además, sus prendas de vestir presentaban manchas de sangre.
Luego de tres días, efectivos de la comisaría local a cargo del comisario Marcelino Cardozo obtuvieron la noticia que tanto esperaban. Familiares de la víctima viajaron desde capital hasta la ciudad de Goya, donde el cuerpo estaba en la morgue del hospital en calidad de NN.
Alertados de algunas noticias que leyeron en los medios de prensa, sumado a la ausencia de su ser querido, los llevó a presumir que podría tratarse de ella. En definitiva, pudieron corroborar que era exactamente así.
Estas personas indicaron que la mujer asesinada era muy religiosa, al punto que en su barrio la conocían como “rezadora”, una persona que transmitía la palabra de Dios. A ella dejaron de ver desde el martes cerca del mediodía.
Se presume que Valenzuela fue llevada a 9 de Julio, distante 175 kilómetros al Sur de Capital, en un automóvil. “Todo habría comenzado en Corrientes y finalizó en el interior provincial, esa es la principal línea que estamos siguiendo”, deslizó una fuente policial a diario Época.
La anciana, de acuerdo a los estudios forenses, murió entre 10 y 12 horas antes de ser hallada. En este sentido, el crimen habría sucedido en la noche del martes.
Hay muchos puntos a establecer. No está claro si la mujer fue ultimada en el cementerio o los delincuentes la arrojaron en ese lugar una vez que ya estaba fallecida.
También, a decir de los detectives, el caso resulta llamativo porque, en definitiva, pareciera que los homicidas pretendían dejar un mensaje.
Preguntas
¿Para qué dejar el cuerpo donde alguien con toda seguridad iba a encontrarlo tarde o temprano? ¿Cuál sería el significado de tirarlo justo en un cementerio con una cruz en la boca?
El sólo hecho de lograr la identificación, el día sábado, disparó una serie de procedimientos en los que de forma inmediata condujeron a identificar a potenciales sospechosos e incluso conocer direcciones de domicilios a ser objeto de allanamientos.
El camposanto de 9 de Julio está ubicado en el sector Oeste, a la vera de la ruta nacional número 123, a dos kilómetros del casco urbano.
Fuente: diario Época