Masacre de Panambí, alegatos: la Fiscalía consideró que los tres imputados «no son perejiles» y pidió la prisión perpetua para todos

Fue un día clave en el juicio por la Masacre de Panambí. La Fiscalía realizó su alegato, vinculante para la decisión que tendrán que tomar los integrantes del Tribunal Penal de Oberá, que lleva adelante el debate. Pidió la prisión perpetua para los tres imputados que tiene la causa. Los acusó de «cuádruple homicidio calificado por alevosía y ensañamiento». Ahora, el debate pasó a un cuarto intermedio hasta el 6 de diciembre, cuando los defensores darán a conocer sus conclusiones.
En la audiencia de este jueves, el Servicio Penitenciario Provincial extremó las medidas de seguridad. Fue porque al final del alegato de la querrella, el martes último, se escucharon insultos hacia el abogado Javier Millán Barredo y para los fiscales.

Todo acreditado
El Ministerio Público sostuvo que para la acusación no hay dudas de que quienes se encuentran en el banquillo fueron responsables del letal asalto que sucedió el 25 de Mayo de 2014 en el kilómetro 7 de la ruta provincial 5.
«El hecho ha quedado acreditado y tres de los autores del asalto letal están en este recinto: Pablo Paz, Marcial Alegre y Juan Ramón Godoy», arrancó en sus conclusiones el fiscal Elías Bys, quien comparte el trabajo con su colega Miriam Silke.
«Testimonios y pruebas periciales son las bases de la acusación», adelantó.
«La banda golpeó primero a Oscar y a Cristian y luego atan a una silla a Bianca y la torturan para meter presión. Después encierran a todos, incluido la señora Graciela, en una pieza, donde los rociaron con alcohol y les prendieron fuego», reseñó.
«A los ladrones no los satisfizo el dinero que encontraron en una caja de zapatos, debajo de unas sábanas», consideró.
Para Bys, «los autores buscaban un crimen perfecto, pero no les salió, porque dejaron huellas».
Sostuvo además que el VW Bora incautado a Godoy fue el que utilizaron los ladrones que mataron a la familia maderera Knack el 25 de mayo de 2014.
Mencionó que dos familiares echaron por tierra la coartada del acusado de que el día de la matanza nunca salió de San Javier. “Su suegra lo vio camino a Mojón Grande y la pareja de su sobrina dijo que ese domingo Godoy salió y volvió tarde, para luego lavar el coche”, argumentó.
La Fiscalía sostuvo que las pericias hechas por la Policía detectaron marcas del impacto que el Bora contra una rama ubicada en un paraje de las afueras de Panambí. Que ese dato lo aportó un testigo que vio el auto el 25 a la mañana. Para Bys, los ladrones estaban explorando una vía de escape esa mañana, tanteaban por donde fugarse tras el asalto.


De su lado, la fiscal Miriam Silke remarcó la validez de la declaración que prestó Cristian Knack antes de morir. “Cualquiera de las víctimas puede hacer la denuncia y el lo hizo. Detalló cómo fue el hecho y mencionó como uno de los autores a un prefecturiano o ex prefecturiano que solía comprarle machimbre al aserradero de la familia”, recordó. Luego sostuvo que era contundente el hallazgo de material genético de Pablo Paz y Godoy en la casa donde ocurrió la matanza.
“La cadena de custodia fue impecable. En ninguna etapa previa se impugnaron las pruebas de ADN ni la de huella dactilar. Por eso llama la atención que la defensa recién lo hiciera en el debate”, afirmó.
“Los testigos se presentaron y los defensores no los interrogaron”, añadió.
“Godoy, Paz y Marcial Alegre se conocían. Solían juntarse en el restaurante La Tres R.”, puntualizó.
“Alegre, Paz y Godoy se presentaron como perejiles ante la prensa, pero no lo son en absoluto”, consideró.
Sobre el chapista Alegre dijo que en una especie de capucha hallada en su taller dieron con restos vegetales similares al que tenía el pasamontaña abandonado en la casa de los Knack por los asaltantes.
No se dijo absolutamente nada sobre el contenido de las pericias telefónicas que obran en el expediente y que supuestamente comprometía a los acusados.

¿Por qué?
«Si ya habían conseguido el dinero, ¿qué necesidad tenían de prenderles fuego a todos? Y también de cerrar la puerta para que ni siquiera pudieran escapar», se preguntó Silke muchas veces. Y reiteró, de manera enfática, que el trío de sospechosos fue responsable de la matanza.
Luego de calificar el hecho como un «homicidio calificado», le pidió al Tribunal que se disponga en el fallo que la investigación continúe, para dar a los demás autores del bestial asalto.
Finalizado el alegato, los camaristas Francisco Aguirre, Lilia Avendaño y Jorge Erasmo Villalba decidieron pasar a un cuarto intermedio hasta el 6 de diciembre, día en que se escucharán las conclusiones de los abogados Ramón Grinhauz (Alegre), María Cristina Saldaña (Godoy) y Eduardo Paredes (Paz).

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