Denuncian que editoriales y escuelas privadas de Posadas firmaron convenio que «obliga» a los padres a pagar hasta el triple por bibliografía escolar

Matías Scarabotti, dueño de la reconocida librería Tras los Pasos, afirmó que las principales multinacionales editoriales comercializan sus manuales educativos directamente en algunos establecimientos de nivel primario, a los que fuerzan por contrato a incluir en sus programas bibliografía extra. La medida no sólo perjudica a padres y librerías, sino también a las arcas municipales, ya que «el dinero viaja a Buenos Aires» sin pagar impuestos.

Si bien recién finalizó el año lectivo, muchas familias posadeñas ya comenzaron a prepararse de cara al calendario 2018. Además de los gastos usuales, el año que viene, aquellas que lleven a sus hijos a escuelas privadas deberán afrontar un desembolso aún mayor: según comentó Matías Scarabotti, propietario de Tras los Pasos, varias de estas instituciones firmaron un polémico convenio con las principales editoriales que publican los manuales educativos del nivel primario, a través del cual la bibliografía se comercializará de forma directa en los recintos de enseñanza.

«Hay una tendencia a monopolizar el mercado. Tenemos dos o tres casos importantes de colegios muy significativos en Posadas que ya cerraron acuerdos con estas editoriales», explicó Scarabotti.

Una vez consumado el contrato, «la escuela se ve obligada a pedirle sí o sí a los chicos tres libros» para poder desarrollar el programa. A cambio, las empresas les ofrecen «una plataforma digital» a través de la cual se pueden descargar contenidos para acompañar el desarrollo escolar, aunque las instituciones de todos modos deben abonar el acceso al servicio, así como también la provisión de pantallas y proyectores. «Está buenísimo, porque eso pone a las escuelas donde hoy tienen que estar», consideró el empresario, aunque afecta duramente al comercio posadeño, ya que esa transacción no sólo «no pasa por los canales tradicionales de venta locales, las librerías», sino que tampoco pasa «por las arcas municipales o provinciales».

«Los colegios, que son fundaciones y no tributan, le depositan ese dinero directamente a la editorial en Buenos Aires, por lo que todo queda entre la multinacional y la escuela», mientras que los libros en los establecimientos no poseen ningún tipo de descuento y se venden al mismo precio que en las librerías.

La polémica se complejiza aún más si se tiene en cuenta la cantidad de libros que las empresas, por contrato, les exigen incluir en la currícula a los establecimientos educativos: «No son ningunos zonzos en las editoriales y pretenden que el negocio tenga mayor volumen. Un chico podría trabajar con un solo manual que tenga sociales, lengua, naturales y matemática. En este caso, ofrecen lengua por un lado, matemática por otro y un tercero que tenga sociales y naturales. O sea que en vez de gastarte $400 en un solo libro que tenga todas las materias, tenés que pagar $1.200 porque te obligan a comprar tres», ejemplificó Scarabotti.

A esa cantidad se le debe sumar, además, el importe -nada desdeñable- que permite solventar la plataforma digital, los proyectores y las pantallas (servicios que, por cierto, se pueden adquirir en solitario sin tener que recurrir a la firma del convenio): «En una de las escuelas de Posadas, el año pasado cada padre tuvo que poner $3.200 por esos tres libros y los soportes».

Cabe resaltar que este año esa cantidad de dinero probablemente sea mayor si se tiene en cuenta el aumento que sufrió el precio de los libros. «Los libros saldrían lo mismo si los compraran en la librería, y no precisarían comprar tres; y es un dinero que se va directamente a la empresa desde Posadas, sin pasar por ningún tipo de recaudación municipal o provincial. Atenta contra la evolución y el desarrollo de la ciudad y contra los canales lógicos de comercialización», evaluó el empresario.

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