Muerte del joven mapuche: buscan a 9 activistas prófugos en la montaña

Grupos especiales de la Policía Federal rastrean en un área boscosa y de difícil acceso. Un parte oficial del Ministerio de Seguridad señaló que los prefectos fueron atacados con armas de «grueso calibre».

 

Un fuerte operativo de búsqueda en la zona alta y montañosa del Lago Mascardi se realizó ayer durante todo el día con la intención de capturar a activistas mapuches tras la muerte del joven Rafael Nahuel. Grupos especiales de la Policía Federal se ocuparon de rastrear, sin éxito hasta el cierre de esta edición, un área boscosa y encumbrada de difícil acceso.

 

Los policías reemplazaron a los integrantes del grupo Albatros de la Prefectura Naval, quienes el sábado por la tarde mantuvieron un fuerte intercambio a tiros con un grupo radicalizado mapuche que concluyó con un saldo oficial de un muerto, dos heridos y dos detenidos.

 

Los detenidos permanecen en celdas de la Policía Aeroportuaria. El cuerpo de Rafael Nahuel, de 22 años, fue sometido ayer a una autopsia, pero sus conclusiones anoche se desconocían.

 

 

El juez Federal Gustavo Villanueva ordenó ayer el retiro de los efectivos de Prefectura Naval de Mascardi y el secuestro de sus armas para dar curso a una investigación. En total hay nueve prófugos que son considerados oficialmente como “altamente peligrosos” y que estarían armados.

 

Juan Grabois, un referente social de vínculo con el Papa, tuiteó ayer: “Rafael Nahuel no era terrorista, no tenia 27 años ni usaba armas. Tenia 22, era carpintero y participaba del Colectivo Al Margen (CTEP Bariloche). Lo mataron por la espalda. ¡Exigimos Justicia y diálogo urgente!”.

 

El Gobierno corre contra reloj para resolver este conflicto indígena, que se desarrolla a solo 35 kilómetros de Bariloche. Esta semana se realizará en esta ciudad la primera reunión del G20. Que a pocos kilómetros de allí se mantengan conflictos armados entre mapuches y fuerzas de seguridad no parece en principio el mejor escenario de recepción.

 

 

El juez Villanueva es el mismo que ahora en diciembre debe determinar la suerte del lonko Facundo Jones Huala, sobre quien pesa un juicio de extradición. Jones Huala es el fundador de Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) el grupo radicalizado que tomó en 2015 Cushamen, el último lugar en que fue visto con vida Santiago Maldonado.

 

La madre del lonko, Isabel Huala, vive en Bariloche y uno de los detenidos ayer por los Albatros, Fausto Jones Huala, es su hermano. Chile reclama al cacique por considerarlo sospechoso de haber incendiado un fundo en Valdivia en 2013.

 

De acuerdo a informaciones que provienen de las fuerzas y de la propia comunidad aborigen hay por los menos otros tres heridos ocultos en Mascardi. Estos se suman a los dos que ya fueron confirmados tempranamente por la Justicia Federal. Ninguno quiso ser atendido y pidieron provisión de medicina aborigen. Entre quienes se negaron a tomar contacto con los médicos hay una soldado voluntaria de la Escuela Militar de Montaña en Bariloche. Se trata de Micaela Johana Colhuan. La mujer habría recibido un impacto en el hombro y se mantiene oculta.

 

La patrulla de cuatro miembros de los Albatros se encontró el sábado con 12 mapuches refugiados en una vivienda precaria en los alrededores de la montaña, en la parte posterior de Mascardi. Los agentes buscaban a un grupo de personas que habían huido el jueves tras un desalojo en terrenos “tomados por el RAM”, según un comunicado distribuido ayer por el Ministerio de Seguridad.

 

 

De acuerdo con ese parte, los efectivos “escucharon gritos que aparentaban ser gritos de guerra y observaron el desplazamiento de un grupo de entre 15 y 20 personas encapuchadas, con máscaras antigases de tipo militar y banderas con lanzas que en sus puntas tenían atados cuchillos. Además, otros portaban armas blancas, por lo que la patrulla de Prefectura esperó escondida entre la vegetación para evitar ser descubierto. Esas personas, según el informe, estaban “encapuchadas y armadas” y atacaron a los Albatros “con piedras, boleadoras y lanzas”. Y agrega: “Los efectivos escucharon fuertes estampidos en dirección a su posición y observaron a dos o más personas portando armas de fuego que, por el sonido y el efecto de las efracciones, daban cuenta de ser de grueso calibre. Además, se dieron cuenta del calibre de las balas porque arrancaron ramas gruesas de cuajo. El grupo de personas comenzó a avanzar utilizando movimientos tácticos militares y adoptando una formación de emboscada envolvente sobre los cuatro efectivos, lo que demostraba la preparación militarizada”.

 

Isabel Huala, madre de Fausto, dijo: “La comunidad mapuche usa piedras, palos y hondas de revoleo; que yo sepa, mi hijo no usa armas de fuego”.

 

Clarín

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