Osvaldo Vassallo: “Las exigencias ambientales deben aplicarse a todas las industrias, la contaminación no es excluyente a la Celulosa y Papel”

 

Tras el conflicto político ambiental con Uruguay por la instalación de la pastera de UPM-ex Botnia (Finlandia) en Fray Bentos, sobre el Río Uruguay, se instaló la preocupación de la sociedad por la contaminación que genera este tipo de industrias. Y el tema se reavivó tras la decisión del presidente de la Nación, Mauricio Macri, de conformar una mesa de trabajo público-privada con la cadena foresto-industrial del país, que volverá a reunirse este martes 22 de noviembre en Buenos Aires, tras la jura del nuevo ministro de Agricultura de la Nación, Luis Miguel Etchevehere.

A más de 10 años de aquel conflicto bilateral que terminó por dirimirse ante la Corte Internacional de La Haya, en la Argentina no se avanzó -frente a tanta preocupación por la política ambiental- en una actualización de normativas para adecuarse a los estándares internacionales que rigen a nivel mundial y que determinan nuevos parámetros a cumplir para los proyectos de celulosa y papel.

La  humanidad cambió radicalmente en los últimos trescientos años con la revolución industrial, pero en los últimos 20 años fue también vertiginoso el desarrollo tecnológico que se fue logrando respecto a la mejora de procesos y en el modo de producción, que gracias al avance de la ciencia se fue mitigando el impacto ambiental que se produce. Pero para ello, las compañías dedicadas a la fabricación de pasta celulósica y papel, deberán adecuarse  a estas tecnologías y los organismos de aplicación deben acompañar este proceso y capacitar a sus funcionarios para estar a la vanguardia y realizar los controles con la misma eficiencia que los sistemas de gestión del sector privado.

La contaminación ambiental producida por esta industria, como por otras como el petróleo, la minería, la metalúrgica, la industria de los colorantes, las de cloro y PVC, fertilizantes, o también considerar efluentes a las aguas de los desagües cloacales y otros vertidos de grandes industrias, que sin bien todos están regulados, son una de las principales fuentes de contaminación que surge de la actividad humana, y puede entenderse como la emisión de sustancias nocivas, tóxicas o peligrosas, que son liberadas al medio natural por las industrias, y que se van acumulando en el agua, aire, suelo, alimentos, e incluso en el ser humano.

 

Osvaldo Vassallo es Licenciado en Administración de Empresas y Licenciado en Organización de Empresas, además es presidente del Sistema Nacional de Certificación Forestal (CERFOAR) y es miembro del Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible.

Es presidente de la Asociación Forestal Argentina (AFoA) y de la Cámara de la Madera (Cadamda), y en la entrevista con ArgentinaForestal.com se refirió al nuevo escenario para atraer inversiones forestales  al país -después de una década de haber quedado relegado frente a proyectos que se fueron concretando en los países vecinos como Brasil, Uruguay y Chile- y no eludió reflexionar sobre las críticas que enfrentan por considerar contaminante a la industria de Celulosa y Papel.

Al ser reelecto en su cargo como vocero del sector empresario forestal y maderero, el directivo tendrá en adelante que atender temas de alta relevancia que permitan desarrollar de manera sostenible el potencial de Argentina.

Entre los temas se encuentra la prórroga de la Ley de promoción de bosques de cultivo 25.080 que vence en diciembre de 2018 y es una valiosa  herramienta política para el crecimiento del sector, promover los sistemas de construcción de viviendas con madera, posicionar e insertar a la producción de bioenergía a partir de biomasa forestal en el mercado de las energías renovables y promover inversiones que contribuyan a industrializar los bosques, generando valor agregado, empleo de calidad y bienestar en múltiples economías regionales del país.

 

AF: ¿Argentina ya tiene un escenario propicio para atraer inversiones forestales?

Para las empresas nacionales sí, pero para los inversores del exterior falta un poco de continuidad en algunas medidas, de manera que se pueda dar la previsibilidad y confianza que se necesitan en las políticas que se están llevando a cabo por el actual gobierno nacional, y que puedan ver que esto se mantiene en el tiempo.

Considero que ya estamos preparados para empezar a planificar proyectos forestales, por lo menos en inversiones no demasiados grandes, y será como una muestra de que las cosas están cambiando en el país. Hay que trabajar en lograr que nos crean que somos cumplidores, que no vamos a tener obstáculos inesperados, de esos que siempre inventamos en la Argentina.

 

AF: Se conformaron mesas de trabajo público-privadas tras el encuentro con el Presidente Macri en septiembre. ¿Tiene confianza de que esta vez hay una decisión concreta de generar cambios para el desarrollo sectorial?

Si. Primero por la actitud del Presidente (Mauricio Macri) de conformar una mesa grande trabajo con los ministros y secretarios de Estado, funcionarios de primera línea de su gabinete y con los gobernadores de las provincias forestales presentes. En la reunión mantenida hubo preguntas de todo tipo, y además con una fecha para volver a reunirnos no demasiada lejana para lo que es la administración pública.

Quedamos en volver a reunirnos en 60 días, y el martes 22 de noviembre está prevista la segunda reunión. Es más, es ahora es  mismo Presidente el que nos está apurando para llegar con la informacion necesaria a la próxima fecha de reunión.

 

AF: ¿El sector privado tiene tarea pendiente para hacer?

Si. De preguntas que surgieron a los actores de la Mesa de la Cadena Foresto-industrial. Además, tenemos ya el ejemplo de la dinámica de trabajo que se logró con la Mesa de la Carne, donde en solo tres reuniones lograron resolver muchas cosas. Esta experiencia es la que vamos a replicar en la actividad foresto-industrial donde el interlocutor es Ricardo Negri, secretario de Agricultura del Ministerio de Agroindustria.

A la primera reunión de bitrenes, por ejemplo, asistieron cuatro  funcionarios del Ministerio de Transporte, ya que la logística es uno de los temas que más nos preocupa, es un tema que priorizamos en la agenda, y responden a ello analizando en mesas de trabajo las medidas posibles a resolver, que creo son factibles en el corto plazo.

Otro tema que nos preocupa es la “industria laboral del juicio”, una situación que nos afecta más que el incremento de los salarios, por el costo que implica. También estamos analizando en una la mesa la reforma laboral.

 

AF: Sobre las oportunidades de generación de energía renovables a partir de la biomasa forestal es de lo que más se habla en el país, pero otro tema que también plantean necesario para movilizar al sector es la inversión en nuevas plantas de celulosa y papel que han quedado relegada en la región y que tienen resistencia por parte de la sociedad que considera es contaminante, concepto que quedó instalado después del conflicto bilateral con Uruguay. A 10 años de aquel debate, en la Argentina aún no se establecieron los estándares ambientales que rigen para este tipo de proyectos, o una Ley de Presupuestos Mínimos para la industria de Celulosa y Papel que pudiera ser una base para ofrecer reglas claras a los potenciales inversores y también a la sociedad que se preocupa por la posible contaminación ambiental que se pudiera generar.  ¿Cómo consideran se debe avanzar en esta nueva etapa?

El decreto va ayudar seguramente, pero la realidad es que está instalado en la gente que la pastera contamina.

El daño que se hizo a la actividad hace 10 años atrás es tremendo. En lo personal no sé si se va a poder reparar. Creo que va a  quedar siempre, como esas heridas profundas que dejan una cicatriz demarcadora, queda siempre una línea.

Todo fue muy mal manejado. Ahora incluso, no se dieron a conocer públicamente los resultado del monitoreo realizado con los análisis de laboratorio sobre el Río Uruguay, cuando los resultados surgen que la planta instalada en Fray Bentos no contamina.

Por eso, considero que el decreto o las nuevas leyes que puedan surgir, por sí solo no alcanza. Habrá que hacer una campaña fuerte, una estrategia de comunicación que permita llegar a la sociedad, estudios a nivel de psicología, o sociológicos y ambientales, en conjunto desde el sector privado con el apoyo del Estado.

 

AF: Después de la primera reunión que mantuvieron con Macri, se generaron fuertes críticas y reacciones de la ciudadanía ambiental de Gualeguachú al gobierno nacional y en particular al dirigente de la SRA. ¿Tienen previsto trabajar con el ejecutivo en este tema?

No hay otra forma de abordarlo. Basta con que cuatro trasnochados digan disparates para confundir a la sociedad, quien sabe con qué intereses de fondo.

Hay muchas industrias que son contaminantes, como las baterías de auto, los neumáticos, o la misma soja que hizo mayor daño al país que la industria de celulosa y papel.

Por ello, en lo personal me sigo oponiendo a una Ley de Presupuestos Mínimos específica para el sector de Celulosa y Papel, hay que adecuarse a los tiempos actuales, donde todas las industrias son contaminantes, hay que establecer estándares ambientales para todas. Si quieren, que el primer punto sea para la industria de celulosa y papel.

Por ello, eventos como el organizado en la Conferencias de Inversiones Forestal del Cono Sur son buenos para volver a hablar de todos estos temas, en el contexto en el que se mueve el mundo.

Argentina tiene los mejores suelos, clima, los mayores crecimientos para las plantaciones forestales, lo que marca su potencial forestal y las condiciones para su desarrollo, pero en realidad hasta que no lo explotemos, no tenemos absolutamente nada.

Para movilizar la masa forestal disponible se necesita de un proyecto industrial de evergadura, a escala internacional y competitiva a nivel global. Solo eso dará realmente vuelta la balanza y motorizará a toda la cadena del sector foresto-industrial de la Argentina.

 

 

Por Patricia Escobar 

 

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