El Ingeniero naval que fue partícipe de la botadura del submarino plantea una hipótesis trágica

Mientras la Armada intensifica la búsqueda del ARA San Juan, el ingeniero naval Julio Langini ensayó una hipótesis trágica sobre el destino de la embarcación y sus tripulantes. Según el experto «las baterías se podrían haber recalentado, y en ese caso emitir un gas clorado que es letal para las personas».

Langani conoce a la perfección al ARA San Juan ya que fue uno de los que participó de la botadura oficial del submarino en el astillero Thyssen Nordseewerke de Edem, Alemania, donde tuvo su bautismo naval el 20 de junio de 1983. Además, como gerente de proyecto, el propio Langani estuvo en la reparación de media vida que se le hizo a la embarcación en 2007 en el Astillero Domecq García.

Mientras voceros de la Armada ya están insinuando que no habría posibilidades de que el submarino esté en la superficie, se refuerza la teoría de que está sumergido y con la imposibilidad de tomar contacto con las bases navales del litoral marítimo argentino.

Otro aspecto que abona la hipótesis de Langani es que el ARA San Juan posee un mecanismo manual para casos de emergencia. En caso de que el submarino se quede sin energía, se puede activar de forma manual este mecanismo que permite generar energía para dar una señal que debería ser captada por los sonares para determinar una posición. En ese sentido, Enrique Balbi, vocero de la Armada Argentina, confirmó en declaraciones a la prensa que «nunca se activó la radiobaliza» del submarino.

El ARA San Juan fue construido en el astillero Thyssen Nordseewerke de Edem, Alemania, donde fue botado en junio de 1983. Luego de la puesta a punto, fue recibido por la Armada Argentina el 2 de diciembre de 1985. El 21 de diciembre de 1985 zarpó hacia la Base Naval Mar del Plata donde tiene su apostadero, donde ingresó el 18 de enero de 1986 tras haber navegado en inmersión 638 horas

Como todas las embarcaciones, en 2007 el ARA San Juan fue sometido a la denominada Reparación de Media Vida, que consistió literalmente en el corte al medio de su casco para permitir el cambio de su planta propulsora, incluyendo los motores diésel y los 960 elementos de sus baterías.

Fuente: Ámbito Financiero

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