Guía nutricional adaptada a Misiones: comamos de forma saludable con alimentos regionales

Cada país tiene su guía nutricional adaptada a su población y las características particulares de la misma. Si bien, en Argentina tenemos nuestro plato saludable como guía de una alimentación saludable, que desplazó a la antigua pirámide y al ovalo nutricional, Misiones la tomó y la adaptó con alimentos nuestros, de manera que sea más fácil de cumplirla.

El desarrollo de esta guía adaptada fue un trabajo en conjunto del Área de Nutrición del Ministerio de Salud Pública y el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Misiones, “CONUPROMI”, y consistió en modificar la gráfica original, hecha a nivel nacional, para la cual se tuvo en cuenta la situación alimentario-nutricional y epidemiológica del país, incorporando a la misma alimentos de la región.

La gráfica consiste en un círculo que simula un plato en el cual se encuentran todos los grupos de alimentos en distintas proporciones.

La porción más grande, que abarca aproximadamente la mitad del plato y por lo tanto indica que se debe consumir en mayor cantidad diariamente, está compuesta por las frutas y verduras, encontramos además de los vegetales comunes a los regionales como la palta, el melón, mango, mamón, maracuyá, chuchú, pitanga, sandía, entre otros.

Siguiendo la gráfica en sentido de las agujas del reloj y en orden de proporción de mayor a menor, se encuentran los cereales, legumbres y vegetales con alto contenido de almidones. Podemos observar arroz blanco e integral, polenta, fideos, harinas de maíz, trigo, avena, lentejas, porotos, papa y como alimentos regionales la mandioca y el choclo o maíz en granos. En relación a la cantidad que se debe consumir es menos de medio plato por comida.

A continuación, encontramos al grupo de lácteos y derivados, leche, yogur y quesos, los cuales deben ser de consumo diario, preferentemente descremados, al menos 2 porciones al día.

Luego aparecen las carnes: vaca, pollo, pescados de mar y de río, regionales como el surubí, la boga, el pacú, dorado, etc. y huevos. Siempre debemos optar por cortes magros de carne vacuna, pollo sin piel y pescados al menos una vez por semana; la porción es aproximadamente un cuarto de plato.

En orden proporcional descendiente tenemos al grupo de aceites vegetales, frutos secos y semillas. Los mismos aportan ácidos grasos esenciales (grasas buenas), la porción debe ser pequeña, los aceites como condimento (1 cucharada sopera), frutos secos una porción diaria de aproximadamente media taza y semillas 1 o 2 cucharas soperas.

Por último, la porción más pequeña, haciendo referencia a la mínima cantidad que se debe consumir de estos alimentos se encuentran los dulces (helados, postres, dulce de leche, etc.) y grasas (manteca, crema de leche, etc.). Si bien están presentes en nuestra alimentación cotidiana, debemos consumirlas eventualmente y en porciones moderadas.

Rodeando el circulo tenemos dos mensajes de recomendación sobre la mayor práctica de actividad física y el menor consumo de sal. En el centro, el agua, principal bebida que se debe consumir diariamente, alrededor de 2 litros en general, cuyo requerimiento varía según la persona y sus características.

Apropiémonos de esta guía Misionera para mejorar nuestra alimentación día a día, comiendo nuestros alimentos de manera organizada y en las cantidades y frecuencia adecuada. Recordemos que comer de manera saludable no es seguir dietas de revistas o de internet, donde aparecen alimentos atípicos a nuestra región, sino, elegir los alimentos que tenemos y combinarlos para obtener la mayor cantidad de nutrientes beneficiosos para nuestro organismo.

Lic. Romina Krauss

M.P. n° 147

 

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