En plena efervescencia por la derrota en el Superclásico frente a Boca, Marcelo Gallardo esperó al pitazo final para ir directamente hacia el árbitro Néstor Pitana (de floja labor) a reprocharle por cómo trató a un jugador de River.
«Nunca más le digas pendejo a un jugador, le dijiste pendejo a Montiel», vociferó el DT en la cara del árbitro misionero, aduciendo un maltrato del juez sobre el juvenil de River.
Azorado, Pitana intentaba explicarle a Gallardo: «Después te voy a contar por qué», le decía. Pero el Muñeco, lejos de calmarse, cerró con un «¡No le faltés el respeto!», antes de darse vuelta e irse junto a sus jugadores.
Una actitud «paternal» del entrenador millonario con uno de sus jugadores más jóvenes en un momento muy caliente del partido más importante del país.