Casi 16 años después allanan el camino para que vaya a juicio el gendarme despechado que mató a tiros a su ex mujer en Posadas

Carlos Ramón Gómez era efectivo de la Gendarmería Nacional. El 9 de diciembre de 2001 se transformó en noticia nacional al vaciar el cargador de su arma reglamentaria contra su ex mujer María Esther Barreda (36), a quien sorprendió en la casa de su nuevo novio. El crimen sucedió en el barrio San Lucas de Posadas, a pocas cuadras del club Centro de Cazadores.
Ahora, a casi 16 años del asesinato, el Superior Tribunal de Justicia despejó el camino para que finalmente el expediente, que tuvo muchas idas y vueltas, sea ventilado en un debate oral y público.
Con votos de los ministros Cristina Leiva, Jorge Antonio Rojas, Roberto Rubén Uset, Ramona Beatriz Velázquez, María Laura Niveyro, Rosanna Pía Venchiarutti Sartori, Cristian Marcelo Benítez y Froilán Zarza, se avaló un fallo de la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores que había desestimado el rechazo a la elevación a juicio por parte de la defensa de Gómez.
Ahora el gendarme deberá ir a debate oral por el delito de “homicidio calificado”. Su autoría nunca estuvo en duda. Ahora bien, el eje del proceso será si cuando cometió el crimen se hallaba o no en estado de “emoción violenta”.
Gómez vio a Barreda en un coche con otro hombre en una estación de servicios. El uniformado siguió a su mujer y la sorprendió en la casa del novio. Sin miramientos, la ejecutó. En su defensa luego declaró que actuó fuera de sí luego de ver cómo su ex y la nueva pareja mantenían relaciones sexuales.
Al día siguiente, el gendarme se entregó ante las autoridades en el cruce de las rutas 14 y 105, en San José.
El entonces juez de Instrucción Tres Eduardo D’Orsaneo estuvo al frente de la investigación. Procesó al acusado por “homicidio calificado por el vínculo” y luego la Fiscalía pidió la elevación a juicio. La defensa se opuso, porque consideró que el gendarme era inimputable, porque no comprendió la criminalidad de sus actos al momento del ataque letal. Un tribunal de alzada le dio la razón, revocó la elevación a juicio y ordenó el sobreseimiento de Gómez.
La Fiscalía apeló la decisión y otro tribunal (en ese momento los tribunales penales oficiaban de Cámara de Apelaciones) revocó el sobreseimiento del gendarme y ordenó que continuara la investigación, pero en otro juzgado. La causa recayó en el magistrado Horacio Gallardo, quien liberó al sospechoso luego de disponer una prórroga de instrucción.
El sargento primero de la GN se fue de Misiones. Pero lo ubicaron en la Capital Federal por una orden de detención del Tribunal Penal Dos. Con él detenido y ya con el juez de Instrucción Marcelo Cardozo al frente de la causa, el expediente finalmente llegó a la instancia de juicio, casi 16 años después.

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