La menor de sus hijas, de 6 años, sufre ataques de asma y por ese motivo, el padre estaba autorizado a retirarse con la menor a la cama, donde permanecía a solas por el lapso de una hora. Aducía que hacía esto para calmar a la menor, así podía descansar toda la noche sin ataques.
La madre de la menor denunció que al encontrar manchas de sangre en la sábana, llevo a su hija al hospital, donde confirmaron las lesiones por el grave abuso sexual. La mujer acusó a su pareja, y padre de la niña.
La mujer, ante este hallazgo, consultó con un profesional del hospital local, quien le aconsejó que llevara a la menor a ese nosocomio para que sea examinada, lo que sucedió. Tras revisar a la niña, los médicos la derivaron al hospital Materno Infantil, de esta capital.
Allí, según lo denunciado, los médicos confirmaron que la menor había sido abusada y que las lesiones que presentaba indicaban que se trataba de un hecho grave, por lo que la menor quedó internada para ser asistida.
La madre, en tanto, denunció a su marido, y padre de otros dos menores, de 8 y 3 años. Dijo que todos conviven en una misma habitación, pero dado los ataques de asma de su hija, los que primero se iban a dormir era su pareja con su hija, tras lo cual recién ingresaban los otros menores.
Asimismo, reconoció que una semana antes, al ir a ver si su marido ya había logrado hacer dormir a la menor, al levantar la colcha, vio que su pareja tenía la ropa interior a la altura de la rodilla, sin embargo, no dijo nada en ese momento.
La mujer, tras el diagnóstico de los médicos, solicitó que se tomen las medidas legales contra su pareja por el abuso sexual en perjuicio de su hija, como así también que se disponga protección para el resto de su familia.
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