Luego del furioso ataque, el agresor intentó suicidarse pero no lo logró. Ambos están ahora internados, aunque la situación más crítica la vive la mujer con al menos dos balas alojadas en el pulmón y la columna vertebral. Se supo que el violento incluso llevó a los tres hijos menores que tienen en común, al encuentro con la víctima. A pesar de eso no habrían presenciado el momento de los disparos.
En diálogo con Radio Libertad el oficial Hugo Vallejos, prensa de la Unidad Regional III de Eldorado, contó que el hecho sucedió el lunes a las 19 horas. La policía asistió al lugar (una verdulería ubicada sobre la Avenida San Martín KM 6) por varios llamados al 911, por parte de los vecinos.
Cuando la policía llegó, se encontró con un hombre y una mujer que estaban tirados en medio de un charco de sangre en el suelo. Se pudo saber que se trataba de Sergio de 35 años y Cristina de 29 años, personas que antes eran una pareja, pero que hace un mes estaban separados.
Vivian en Bernardo de Irigoyen y luego de la separación, la mujer se mudó con su hermana en Eldorado. Ayer el hombre viajó desde donde residía hasta la capital del trabajo, con sus hijos de 12, 8 y 4 años, hijos en común, y pidió hablar con la mujer.
Mientras los chicos se quedaron en el local comercial , los adultos fueron a un estacionamiento, y es ahí donde se produce una discusión. El hombre sacó de entre sus ropas un arma de fuego y disparó entre cuatro y seis veces contra la mujer. Los impactos dieron en los brazos, el pómulo derecho y el tórax. Luego de eso se disparo dos veces a sí mismo en el cuello y el tórax.
Los dos fueron trasladados al Hospital Samic de Eldorado, pero la mujer tuvo que ser llevada al Hospital Madariaga por encontrarse en una situación de mayor gravedad.
En el lugar la fuerza de seguridad secuestró un arma Bersa, calibre 22 y varios cartuchos usados.
Esta mañana el agresor permanecía internado en terapia intensiva del Samic y custodiado por la policía. Mientras que la mujer fue trasladada a Posadas muy grave.
Por su parte los hijos de ambos que no habrían presenciado el momento de la agresión, pero si la escena posterior, fueron hasta el lugar y vieron a sus padres en el suelo en un charco de sangre. Los chicos fueron contenidos por el cuerpo interdisciplinario de la policía y más tarde entregados en guarda a su tía.
De lo investigado hasta ahora se sabe que no había como antecedente ninguna denuncia previa por violencia de género, solo una exposición policial donde ambos dejaban en claro que se separaban de común acuerdo y que la mujer se retiraba del hogar conyugal, mientras que el hombre se quedaba al cuidado de los tres chicos. Si se cree que la mujer era hostigada por el agresor, pero no agredida físicamente antes de este episodio.
Hugo Vallejos – Radio Libertad
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